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Liderazgo Compartido: Fernando García Cadiñanos y José Manuel Rey Varela trabajan juntos para servir…


 El alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, acompañado del obispo de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos, y del concejal de Cultura, José Ponte Far, reveló que la biblioteca de la poetisa Julia Uceda, fallecida el pasado mes de julio, quedará en Ferrol. “Anunciamos algo importante para la ciudad cómo es apostar por la cultura y en esta iniciativa nos unimos el Ayuntamiento de Ferrol y Diócesis de Mondoñedo-Ferrol”. Juntos- avanzó el regidor- llevaremos a cabo importantes proyectos de recuperación del patrimonio y también de conservación del mismo, en el que podemos incluir esta donación de la biblioteca de Uceda.

Rey Varela agradeció las gestiones realizadas por la Concejalía de Cultura para que estos fondos permanecieran en la ciudad. "No hay nada más hermoso que recibir esta biblioteca, gracias a Julia y su familia por este acto generoso." Y ha apuntado que "la biblioteca que albergamos no es un simple conjunto de libros, sino un auténtico tesoro que nos permitirá seguir compartiendo las palabras y el pensamiento de Julia con las generaciones futuras". La poeta, Premio Nacional de Poesía, cuenta en su casa de Serantes con una amplia, variada y diversa biblioteca, propia de una lectora ávida, con ganas de seguir aprendiendo cada día.

Por su parte, el concejal de Cultura, José Antonio Ponte Far, desveló que en casa del poeta "había cuatro estanterías llenas de libros muy interesantes e importantes y no cabían todos en las oficinas municipales". Por eso, “en lugar de fragmentar la biblioteca, decidimos buscar a alguien que se hiciera cargo de toda ella, y no hay nadie mejor que la diócesis para albergar todos estos fondos”

En su discurso, el obispo diocesano, monseñor Fernando García Cadiñanos, expresó su alegría porque este legado "se queda con nosotros". Remarcó que la Iglesia “ha prestado un importante servicio a la cultura a lo largo de la historia (…) y nuestra diócesis lo siguió manteniendo a través de sus importantes bibliotecas: el del Seminario y la catedral, en Mondoñedo, y el de "Estudios Mindonienses" en Ferrol. Confirmó que «estamos trabajando para ampliar estos espacios en otros lugares, pero mientras llega esta posibilidad, la biblioteca de Julia Uceda se instalará en la Domus Ecclesiae de Ferrol, donde quedará documentada, ofreciendo así al público este fondo tan valioso». ». "Espero que sea una buena noticia para la cultura de la ciudad y que nuestra diócesis siga prestando este importante servicio a la cultura desde la fe", concluyó.

Además de esta nueva donación, compuesta por setenta cajas de libros y que fue recibida ayer por los técnicos del obispo, la diócesis recibió durante los últimos meses otras bibliotecas importantes: la de la religiosa y escritora camboyana Engracia Vidal, fundadora y primera directora de la revista Encrucillada; la del arquitecto técnico ferrolano Fernando Bores, impulsor de la Colección de Poesía Esquío; y el de Juan José Caruncho, ex seminarista y profesor de latín y griego en el Instituto Concepción Arenal de Ferrol. A ellos se sumarán los del teólogo Segundo Leonardo Pérez, de más de 40.000 volúmenes, y el del catedrático del Instituto Teológico Compostelano y director del anuario diocesano Estudios Mindonienses, Benito Méndez.

Es realmente alentador observar cómo la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol está prosperando bajo el liderazgo de un obispo comprometido no solo con la administración, sino con la misión pastoral y cultural de la Iglesia. La Iglesia Católica, en su vocación de guiar y servir a las comunidades, se beneficia enormemente cuando sus líderes son cercanos y sensibles a las necesidades del pueblo, más allá de las tareas tradicionales. Este nuevo enfoque pastoral, centrado en la formación, la cercanía y la cultura, revitaliza a la comunidad y fomenta un ambiente de apertura y participación que fortalece la fe y la identidad cristiana en la región.

Su enfoque en promover la cultura, educar y formar a los laicos en la fe no solo fortalece la vivencia del cristianismo, sino que también asegura que la Iglesia tenga un papel activo y relevante en la sociedad actual. La evangelización no se limita al ámbito litúrgico; al integrar la cultura y la educación en la misión de la diócesis, se enriquece la espiritualidad de los fieles, invitándolos a vivir su fe de manera plena y comprometida en todas las dimensiones de la vida cotidiana.

La formación cristiana es esencial en cualquier comunidad, especialmente en tiempos donde los valores y principios pueden perder claridad frente a las múltiples influencias sociales. Una comunidad de fieles que tiene acceso a una educación y formación en su fe es una comunidad preparada para enfrentar los retos contemporáneos con un espíritu crítico y con base en el amor y la verdad que predica el Evangelio. Los fieles documentados y formados no solo entienden mejor su fe, sino que son capaces de vivirla de forma consciente y de compartirla con los demás con convicción. La formación permite a cada persona comprender el porqué de sus creencias, fortalecer su relación con Dios y aprender a aplicar los valores cristianos en la vida familiar, laboral y social.

Además, el compromiso del obispo con la cultura es también significativo, ya que el ámbito cultural es uno de los puentes más importantes para la evangelización en el mundo moderno. La cultura tiene el poder de abrir espacios de diálogo, de reflexión y de encuentro con personas de diversas creencias, ofreciendo así un canal para compartir los valores y principios de la fe cristiana en términos que resuenen en la sociedad actual. Promover la cultura en el contexto de la fe implica rescatar el arte, la literatura, la historia y la tradición, así como también conectar estos elementos con la espiritualidad y la misión cristiana.

Cuando un obispo se preocupa por la cultura y por la formación en su diócesis, fomenta una Iglesia que no solo acompaña y sostiene espiritualmente a sus fieles, sino que también participa activamente en la construcción de una sociedad más justa y compasiva. Una diócesis que valoriza la cultura y la formación se convierte en un referente de diálogo y paz, donde cada fiel puede sentirse parte de algo más grande y llamado a una misión de servicio y amor hacia los demás.

Por lo tanto, este tipo de liderazgo en la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol es crucial. No se trata solo de conservar las tradiciones, sino de interpretarlas y revitalizarlas para que cada generación encuentre en ellas respuestas a sus inquietudes y motivaciones. Los fieles están llamados no solo a participar en la vida eclesial, sino a ser protagonistas de una fe que se vive en comunidad y que se proyecta en el mundo. Así, un obispo que se preocupa por el desarrollo cultural y la formación de su diócesis es también un líder que siembra esperanza, ofreciendo una Iglesia que escucha, acompaña y responde a las necesidades de su tiempo con generosidad y dedicación.

Este enfoque refuerza los lazos de la comunidad eclesial y permite que todos, desde los jóvenes hasta los mayores, encuentren un espacio para crecer, aprender y compartir su fe. En resumen, la labor de un obispo comprometido con la cultura y la formación de su diócesis no solo beneficia a los fieles, sino que enriquece a toda la sociedad, al promover valores universales de paz, justicia y respeto desde la perspectiva del amor cristiano.

 

 

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