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El discurso “progresista” de Pilar Cancela en Ferrol se apoya en gestos que contrastan con la realidad

La secretaria de Estado de Migraciones, Pilar Cancela, ha afeado este viernes el "oportunismo político, que no es únicamente en España", que busca "generar un caldo de cultivo" contra las personas migrantes y ha sostenido que España "no es en absoluto un país racista ni xenófobo". 

Así se ha expresado en declaraciones a la SER antes de intervenir en el campus universitario de Ferrol, al que ha acudido invitada por la Universidade para ofrecer la conferencia "Migración, unha oportunidad para España".

La representante pública ha estimado que el discurso político contrario a la migración está "ligado a la inseguridad, el odio, la xenofobia y un racismo más que evidente", pero, pese a que ha admitido que esas tesis "calan mucho", no se corresponde "en absoluto con la realidad" social.

Su discurso “progresista” se apoya en “gestos” que contrastan abiertamente con la realidad. No olvidemos que fue en 2005, durante el gobierno del PSOE de José Luís Rodríguez Zapatero, cuando se colocaron las concertinas en la valla. Las mismas concertinas que han mutilado a miles de personas migrantes que han tratado de cruzar la frontera, priorizando el mantenimiento de la seguridad fronteriza frente a las vidas de las personas.

No se puede iniciar una carrera política dando lecciones de humanidad a toda Europa, al permitir la llegada a España del Aquarius cargado de inmigrantes, y rematarla con expulsiones en caliente fraudulentas, víctimas mortales en la frontera y, además, una deportación masiva a la península de miles de personas llegadas ilegalmente a Canarias.

Quizás es necesario recordar que tras solo llevar 10 días al frente del Gobierno, el 17 de junio de 2018, Pedro Sánchez dio instrucciones, vía Twitter, para que las autoridades españolas acogieran en el puerto de Valencia al Aquarius, un barco de salvamento que transportaba 629 migrantes y que previamente había sido rechazado por las autoridades italianas. El 12 de agosto de 2018, el Aquarius volvió a solicitar permiso para llevar a las costas españolas a otros 141 migrantes. El Gobierno de Sánchez contestó con una negativa. Otro tanto hizo en enero de 2019 con el Open Arms, un buque que trasladaba personas en riesgo ante la aguda crisis migratoria que en se momento se vivía en el Mediterráneo.

En agosto de 2018, 116 migrantes subsaharianos fueron devueltos a Marruecos “en caliente” tras saltar la valla de Ceuta. La excusa aportada por Marlaska para sostener que no se trataba de una aplicación de llamada Ley Mordaza, aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy, y contra la que el PSOE siempre ha mostrado una rotunda oposición, fue que la devolución de los migrantes no se realizada aplicando dicha legislación, sino un acuerdo firmado en 1992 entre Marruecos y España y cuya aplicación, hasta ese momento, solo se había realizado en contadísimas ocasiones.

¡Así pues, el efecto “Diazepan” del recibimiento del Aquarius ha pasado y las cámaras del circo mediático se apagaron! La ilusión de un cambio real en las políticas migratorias vuelve a ser un papel empapado por las aguas de la gran fosa común mediterránea.

Por otro lado, Señora Pilar Cancela, ¿Usted sabe qué pasa con Marruecos? Yo tampoco… En síntesis, el líder socialista pasó en apenas un año de desafiar a Mohamed VI, honrando al líder del Frente Polisario, a entregarle el tesoro que más ansiaba: el abandono del Sáhara, a costa de una crisis con Argelia que aún perdura y no le ha servido a España para nada.

Ceuta, Melilla y hasta Canarias siguen siendo oscuros objetos de deseo de Rabat, donde siempre se vio a Pedro Sánchez con malos ojos y ahora se le percibe como un «pato cojo» del que abusar. Pero, ¿cuál es la verdadera historia del viraje gratuito del presidente del Gobierno con un país imprescindible que nunca da nada y aspira a todo?

Sánchez, según reveló el propio Gobierno, había sido espiado en su teléfono móvil personal, en una operación que la Unión achaca a Marruecos y dejó expuestos más de dos gigas de información y documentación privada, el equivalente a más de 15.000 documentos en formato de texto.

Sánchez pasó en un año de desafiar a Marruecos a doblegarse, tras ser espiado en su móvil personal. Ante esta realidad cabe preguntarse qué llevó a Pedro Sánchez a cambiar la postura tradicional de España sobre el Sahara. Y la respuesta sólo puede estar en el Programa Pegasus —del que no quiere que se hable ni se investigue— y en las escuchas de su móvil y del de varios ministros. Cuando individuos con responsabilidades de Estado,  como el dúo Sánchez-Albares, amparan, justifican y sostienen la ocupación ilegal de un territorio, las violaciones sistemáticas de los derechos humanos más básicos de las personas, los asesinatos de civiles, el espolio de los recursos naturales de un territorio aún por descolonizar e ignoran las resoluciones de la justicia internacional, deben responder por sus actos y decisiones, ya que actúan en nombre de un Estado miembro de la comunidad internacional y firmante de todos los protocolos, tratados y convenciones internacionales que exigen el cumplimiento de la justicia y la legalidad internacionales.

¡Marruecos culpable, España responsable!, ¡Marruecos asesina, España patrocina! y, sobre todo, ¡Qué viva la lucha del pueblo saharaui! han sido los mensajes más coreados. En relación al cambio de postura del Gobierno respecto al estatus del Sáhara Occidental.

Los mal llamados “socialistas” (son social-liberales) son expertos en soluciones represivas antes los “sin papeles”. Son quienes elevaron las fronteras en Ceuta y Melilla, quienes pusieron las concertinas allí mismo, que comenzaron las expulsiones en caliente, quienes arrojan a los menores africanos a la calle, quienes promueven y mantienen los Centros de Internamientos para extranjeros como cárceles, etc.

Al fin y al cabo, los gobiernos de esta democracia para ricos tratan de favorecer la pelea entre los de abajo porque así nos dominan mejor. ¿Qué mejor que nos peleemos entre los trabajadores nativos y extranjeros? ¡Cómo se benefician atizando el odio entre los catalanes y el resto de los pueblos del Estado! No hay nada mejor para los ricos que nos peleemos entre trabajadores y trabajadoras. Mientras ellos se llevan la parte del león.

Es necesario, una política que unifique a los trabajadores seamos del lugar que seamos, pertenezcamos al pueblo que sea y del género que sea para defendernos del brutal ataque que este Régimen y los empresarios del Ibex 35 nos lanzan con la precariedad, la brecha salarial, los sueldos de hambre, la opresión a las naciones. 

La conclusión es clara, como bien dice el dicho popular: “haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”. Los dirigentes y altos cargos del PSOE son la máxima expresión de todo aquello que critican. Es por ello, por lo que, en la actualidad, nacen y aumentan con fuerza las agrupaciones políticas contrarias al espectro político actual, y es que el partido socialista es pieza clave en el proceso de convertir nuestro sistema político en una tiranía. ¡Por el bien de los españoles es necesario que reformulen sus doctrinas o terminarán por desaparecer!

 

Comentarios

  1. Eso se soluciona siendo Marxista, lo demás, es puro análisis, para nunca solucionar nada.

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