El Corpus de Nàquera hace parada en la sede de Vox, partido que va poniendo cepos a los samaritanos…
Según fuentes del partido de gobierno, el crucifijo fue instalado a iniciativa de una parte de los afiliados, que decidieron participar en el acto religioso con el montaje de este punto donde poder rezar a lo largo de la procesión.
La parada tuvo una consecuencia directa en los miembros de la corporación municipal, ya que tanto los ediles del PSPV y de UPdN, presentes en el acto, abandonaron la procesión. Según explican, con este acto "se mezclan los símbolos políticos con los eclesiásticos, algo que está totalmente fuera de lugar". Además, los miembros de UPdN también hacen alusión a que en estos momentos se celebra la campaña electoral de las elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio, por lo que es "un altar oportunista y desafortunado".
No olvidemos que Vox se trata de un partido «que se caracteriza por lanzar mensajes de odio contra los inmigrantes, los más desfavorecidos, las mujeres o el colectivo Lgtbi».
Más de un millón de
hogares pobres de solemnidad se beneficiarán de una ayuda que por lo visto, y
para variar, a Vox no le parece bien. La extrema derecha española se ha
rasgado las vestiduras y ha calificado la prestación, de forma arrogante, como
“paguita clientelar ”. Por lo visto, la
idea de Vox es dejar que mueran de hambre un millón de familias, personas que
de gobernar la formación ultra a buen seguro quedarían a la intemperie, sin
ingresos, con una mano delante y otra detrás…
Sin embargo, el 64% de los ingresos de Vox en 2022 fueron a través de ayudas públicas. Esto quiere decir que dos de cada tres euros que entra en el partido proviene de subvenciones de las diferentes administraciones. La formación de extrema derecha ingresó el último curso 15 millones de euros de los cuales casi diez tienen origen público.
"Mientras en
2018 solo obtuvo 613.575 euros de las arcas del Estado (por las autonómicas
andaluzas de diciembre), en 2019 las subvenciones públicas llegaron a 9.937.942
millones de euros", publica el periódico de Prisa. Se oponen a la
"paguita". Piden riguroso luto, pero no paran de utilizar a las
víctimas mortales sin pudor. Reclaman
diálogo, pero quieren vetos. En fin, un delirio megalómano y una orgía de
contradicciones burdas con cargo a todos los españoles. ¡Pobre del que se lo
crea!
"Las cosas de Dios" son siempre y sólo "las cosas de los hombres", las cosas de los pobres, de los últimos, de esos ilegales que el señor Abascal y los suyos pisotean…
¿Quieren de verdad defender el cristianismo, señores y señoras de Vox? Lo tienen muy fácil. Condenen a esos sacerdotes ultras que han deseado la muerte del Papa Francisco. A mí, como cristiano, eso sí que me ofende porque proviene de una parte de la Iglesiaque conspira contra el sucesor de San Pedro
Sus dogmatismos, sus proclamas de poseer la verdad en todo,
sus exigencias al resto de partidos y hasta su orientación ética encuentran eco
favorable en sus seguidores. No en vano
muchos de sus apoyos y votantes, como de sus dirigentes, militan,
presuntamente, en la Iglesia católica del pasado y/o tienen que ver con alguna
organización católica de carácter fundamentalista y radical. Legítimamente
participan, en mi opinión, de un catolicismo entendido como religión de
creencias, que tanto tiene que ver con la situación de la misma Iglesia y en el
que, por supuesto, la sumisión y la obediencia son piezas claves del sistema.
No así la libertad de los hijos de Dios (la libertad del Evangelio) a la hora
de decidir y responsabilizarse de la propia vida (autonomía).
Yves Congar, ya denunció en 1937, ese sistema romano y clerical, que todavía pervive en buena parte del catolicismo actual y “en el que se esclaviza a las conciencias y las relaciones del alma con Dios parecen deducibles y controladas” (religión por procuración). Sistema en el que, presuntamente, se manipula la conciencia en base a la voluntad divina expresada mediante la voluntad de la autoridad. Sistema que se ha caracterizado, desde los tiempos más remotos, por marginar de hecho el Evangelio, que ya es decir, incluso en aspectos trascendentales y por expresarse, casi siempre, en términos de un dogmatismo impropio en estos tiempos. Pero, hoy por hoy, es lo que hay, salvo que se opte por el abandonismo. Ese es el mundo en que Vox encuentra su inspiración y su energía.
El Dios Samaritano no vuelve cada año a los mismos campanarios, pues no tiene iglesia, sino que baja a la calle y camina abriendo cada día nuevos surcos para aquellos que están derrotados a la vera del camino. En ese sentido, él vuelve siempre. Quizá no le vemos, pero está. Morirá un día Europa, él seguirá viviendo y haciendo vivir a los caídos del camino.
El Dios samaritano es siempre un Dios extraño, por ser el
más cercano. No es el Dios del templo de Jerusalén, ni del oráculo sagrado de
Roma, ni de la Moncloa, ni de una determinada emisora que se justifica a sí
misma... Es siempre un Dios que viene de
los otros, de los que pensamos malditos, y así nos sorprende cada día de nuevo,
desde el fondo del evangelio.
Es el Dios de Jesús, Dios de la humanidad que sigue haciendo humanidad, como termina pidiendo la parábola: ¡haz tú lo mismo!. Eso nuestro Dios, hemos de ser nosotros el Dios samaritano. A ese Dios-Jesús (Samaritano) le mataron los buenos, le acusaron algunos perfectos de la casa diciendo que era un samaritano (Jn 8, 52: ¡Eres un samaritano, tienes un demonio!) precisamente por actuar de Buen Samaritano. Queda así abierto el camino de la cristología e iglesia samaritana.
El Dios Samaritano parece que va poco al templo. No se le encuentra en el santuario de Jerusalén, donde andan por su casa sacerdotes y levitas. Se dice (decían los Padres de la Iglesia) que tampoco anda por las curias de Roma y Constantinopla, y ahora por la de Lambeth o la CEE de las Españas, ocupadas en cuestiones que tienen poco que ver con su tarea de Samaritano.
Ciertamente, éste Dios samaritano tiene algo que ver con los
templos y a veces va también por allí, pero no se queda demasiado tiempo, tiene
ocupaciones en la calle de la vida, entre Jerusalén y Jericó, que es el mundo
entero.
El Dios Samaritano es
un Dios Eficaz que, por alguna razón (Él sabrá) ha dejado que salgan al camino
los bandidos, pero que siempre ha resuelto en el fondo los problemas. Sigue
estando en la raíz de la vida, en los barrancos del camino, con su cabalgadura,
en la que lleva una alcuza de aceite (elaion: remedio universal) y su bota de
vino (oinon: que es también remedio universal), como sabe Lc 10, 34). Por eso,
si quieres saber si hay Dios sal al camino de la vida, ponte en contacto con
los hombres y mujeres... vete a buscar a los caídos del camino.
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