Un amigo personal de monseñor Zornoza será el magistrado ponente en la querella que interpuso el canónigo Rafael Palomino , pero el Nuncio y el papa tacebat…
El pasado 29 de Enero
del año en curso, Rafael Vez Palomino, canónigo de la S.A.I. Catedral de
Cádiz, profesor del Seminario, que no fue renovado como Párroco de Santa
Catalina de Conil de la Frontera, y que actualmente se encuentra suspendido
cautelarmente en el ejercicio de sus oficios y ministerios, interpuso una
querella ante el Juzgado de Instrucción de Cádiz bajo la dirección jurídica del
letrado Don Juan Ramón Giménez Morejón,
contra Don Rafael Zornoza Boy, en
calidad de Obispo de Cádiz y Ceuta, como máximo responsable no solo de las
publicaciones que firma sino de todo lo que se publica desde el Obispado de la
misma, así como contra todas aquellas personas que resultasen criminalmente
responsables en el transcurso de las diligencias que se practicasen.
Esta querella fue inadmitida a trámite el 19 de Abril del
presente, por la Magistada Juez del Juzgado de Instrucción núm 3 de Cádiz, en
virtud de las normas de reparto aprobadas en el partido judicial, y al no ser
firme se interpuso RECURSO DE REFORMA Y/O APELACIÓN conforme al artículo 766 de
la Ley de enjuiciamiento criminal el 26 de Abril.
El 28 de Septiembre del pasado se informa -según comunica Religión
Digital-, que conforme al turno establecido para la resolución del recurso
de apelación interpuesto, “SE DESIGNA” Magistrado Ponente al Ilmo. Sr. Don
Manuel Estrella Ruiz, lo cual genera sorpresa por su manifiesta y pública
amistad con el Obispo Diocesano querellado.
El Nuncio en España
ha enviado un escrito a principios de este verano al Grupo Cristiano de
Reflexión- Acción de Cádiz, acusando recibo de las tres tres cartas enviadas a la nunciatura, en el pasado año
2020 y también a la carta abierta que difundieron el pasado día 3 de Junio. Pero desde entonces Tacebat...
En la 1ª carta le
informaban del envío al Papa Francisco por parte del grupo Iniciativa Galilea,
del que formaban parte, de un amplio dossier, con el apoyo de más de 100
firmas, de cristianos/as de la Diócesis sobre la situación que llevan sufriendo
desde que llegó el obispo Rafael Zornoza.
“Hemos padecido más
de 20 despidos en parroquias, Seminario y Cáritas que han hecho sufrir a muchas
familias. Desde nuestro grupo repetidas veces le hemos propuesto que el
Obispado ceda algunos de sus muchos
inmuebles y pisos que posee a personas necesitadas (inmigrantes, desahuciados,
personas sin techo etc.) sin ningún tipo de respuesta. Hemos visto con
estupor y aflicción cómo algunos párrocos han tenido que sufrir lo indecible
por atreverse a criticar actuaciones del obispo por considerarlas muy poco
evangélicas y de carácter mercantilistas, lo que ha llevado a un cruce de
acusaciones y denuncias en los tribunales civiles y eclesiásticos, situación
jamás vista en nuestra diócesis con los obispos anteriores,” afirman
En la 2ª carta le
adjuntaban un escrito firmado por cerca de 300 personas denunciando la
situación insoportable que se vive en la Diócesis. Muchos sacerdotes tienen
miedo a hablar en público con sentido crítico por temor a las represalias,
aunque sí que expresan abiertamente su malestar cuando lo hacen en privado.
En la 3ª le
adjuntaban nuevas firmas (cerca de 100) al anterior escrito. En total, unas
400 personas aproximadamente han firmado, en claro desacuerdo con determinadas
actuaciones del Obispo y su equipo más próximo por el sufrimiento que está
provocando en tantísimas personas. Le pedían también que un visitador apostólico se desplazara a
la Diócesis, hablara con los afectados y con nuestro mismo grupo, compuesto por
17 personas, pertenecientes a distintos colectivos cristianos, que hemos sido
testigos directos del sufrimiento de tanta gente.
Rafael Vez, párroco
de Conil, ha criticado todas estas injusticias, pero lo ha pagado caro. No
podrá celebrar ni ejercer públicamente su ministerio sacerdotal, ni sus oficios
de Profesor del Seminario y Canónigo Maestro de Ceremonias, que en la
actualidad de facto se me impedían ejercer», explica. José Luis Vez ha
denunciado públicamente en la redes sociales que el Obispado también le prohíbe
residir en esta localidad, algo que vulnera su derecho constitucional a residir
donde le plazca. El Artículo 19 de la constitución dice: Los españoles tienen
derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio
nacional.
Asimismo, tienen
derecho a entrar y salir libremente de España en los términos que la ley
establezca. Este derecho no podrá ser limitado por motivos políticos o
ideológicos.
La Iglesia no es en
sí misma secta, pero ha corrido el riesgo de convertirse en gran secta, alguien
diría que es la madre de todas las sectas de occidente, por su clasismo, su
visión jerárquica, y sobre todo por la forma de tratar a los «expulsados»,
salidos de su jerarquía. Pero hay otros que quieren crear Iglesia de un
modo distinto. Estos no son gente que ha dejado el arado o que ha mirado atrás,
sino que ha visto que había otro arado y otra tierra que sembrar, que había
otros caminos de evangelio y de vida, como lo ha visto Rafael Vez, cura de
Conil. El Espíritu Santo todavía se mueve poderosamente hoy. Todavía unge la
predicación del evangelio, todavía cura a los enfermos y toca la vida de las
personas de maneras milagrosas, todavía llena a la gente con el Espíritu Santo
y con poder. Tenemos que pedir al Espíritu Santo que nos indique quiénes son
los más pobres entre los pobres, los más quebrantados, los más heridos y los
necesitados.
No es fácil hablar
hoy de democracia en la Iglesia. "Cristo nos ha liberado para que vivamos
en libertad" (Gál 5,1), proclama Pablo. Y la Carta de Santiago hablará de
la "ley de la libertad" (Sant 1,25; 2,12) como pauta radical de la
conducta efectiva. Una libertad que se da no sólo frente a los
"principados y potestades" más o menos sobrenaturales de los que
repetidamente se habla, ni tan sólo frente a las imposiciones políticas o
religiosas externas a la propia comunidad ("Juzgad por vosotros mismos
delante de Dios si está bien obedeceros a vosotros antes que a Él": Hch 4,19),
sino también dentro de ella misma. Pablo lo mostrará en un conflicto
memorable: enfrentándose nada menos que a Pedro —a quien acababa de considerar
uno de los "pilares" de la Iglesia naciente—, defenderá su libertad
propia y la de los cristianos no judíos para no someterse a la ley judaica
(libertad que ya antes había tenido que conquistar arriscadamente contra la
expresa corriente "oficial": léase todo el episodio en Gál 2,1-16).
Pero hay todavía otro pasaje más estricta y directamente relacionado con
nuestra cuestión. "Ya sabéis que los jefes de los pueblos
tiranizan; y que los poderosos avasallan. Pero entre vosotros no puede ser así,
ni mucho menos. Quien quiera ser importante, que sirva a los otros, y quien
quiera ser el primero, que sea el más servicial. Que también el Hijo del Hombre
no ha venido a que le sirvan, sino a servir, y entregar su vida en rescate por
todos" (Mc 10,42-45; cf. Mt 20,25-28; Lc 22,25-27).
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