Popi, el Gato Noble y Fiel

En un rincón del mundo callado y sereno,

habita un felino de porte supremo.

Popi lo llaman, noble y leal,

un gato sin par, de corazón real.

De andar elegante, de rítmico paso,

sus ojos reflejan la luz de un ocaso.

Sus bigotes danzan al son del viento,

y en su ronroneo hay puro contento.

Manto de seda, suave al contacto,

colmado de brillo y de tonos exactos.

Cada maullido es un canto sincero,

cada caricia, amor verdadero.

Dueño de casa, guardián de los sueños,

Popi es estrella en todos los dueños.

Salta y se esconde con arte sutil,

como un danzarín en un cielo de abril.

Juega en las sombras con un simple lazo,

un hilo perdido es un gran hallazgo.

Corre, se agazapa, observa y acecha,

con la mirada de quien nada desecha.

Pero si el día le llama al sosiego,

busca su nido, su tibio sosiego.

Duerme enroscado, sueña profundo,

un alma errante que doma el mundo.

Maestro en el arte de amar sin palabras,

con leves roces que calman el alma.

Si llora su dueño, se acerca y se posa,

consolador como brisa en la rosa.

Fiel compañero de largas jornadas,

vigila la casa, la mente y la calma.

Brinda su afecto sin falsas promesas,

amor absoluto sin dudas ni piezas.

Dueño del tiempo, sin prisa ni apuro,

camina elegante en su mundo seguro.

Nada le altera, todo analiza,

con sabiduría en su dulce brisa.

Si al alba despiertas y Popi no está,

busca en la alfombra o en el viejo sofá.

Quizá en la ventana, mirando la luna,

contemplando estrellas con alma oportuna.

Porque los gatos son seres de magia,

tienen la calma de un templo en el alba.

Popi es emblema de amor y nobleza,

el más fiel amigo con tierna destreza.

Por eso, si un día te cruzas con Popi,

salúdalo quedo, comparte su hobby.

Míralo a fondo, sin miedo ni prisa,

y hallarás mundos en su suave brisa.

Popi, el felino, el noble y eterno,

el dulce guardián de un reino sereno.

Dueño de casa, del alma y del cielo,

Popi es un sueño de amor verdadero.