"Paco Pepe: La Voz que No Calla"

Brotó el alba en esperanza, y una gracia descendió,

pues quien lucha por la Verdad su batalla no perdió.

Francisco José, estandarte,

valeroso en su misión,

se alzó en medio de la prueba

y venció su gran dolor.

No hay tormenta que le venza,

ni el temor le hará temblar,

pues la fe que lo sostiene

es columna sin igual.

Hombre libre en pensamiento,

seglar de verbo certero,

de la sana Doctrina escudo,

de la verdad, caballero.

No calló su voz valiente

ni la doblegó el azote,

ni le asustó el temporal,

ni le enmudeció la noche.

Dios le dio nueva jornada,

le infundió un nuevo aliento,

y hoy renace con más fuerza

para alzar su Testamento.

Bendito el día en que vuelve,

bendito su caminar,

pues su pluma sigue viva,

con su blog para luchar.

Infovaticana espera,

sus palabras brillarán,

como espada bien templada

que la sombra cortará.

Porque noble es su estirpe,

porque amigo fiel ha sido,

porque con coraje inmenso

a Dios siempre ha bendecido.

Ni el peligro, ni el cansancio,

ni el agravio, ni el quebranto

podrán nunca silenciarle,

pues su espíritu es un canto.

Que celebre hoy la Iglesia

su retorno, su vigor,

que retumbe su palabra

y resuene con ardor.

Francisco José, guerrero,

voz que nunca claudicó,

esperanza del que sufre,

testimonio de valor.

Dios lo quiso de regreso,

Dios lo trajo para más,

pues su lucha aún no acaba,

aún hay verdad que salvar.

Sigues firme, sin cadenas,

sin mordaza, sin temor,

sin más norte que el del Cielo,

sin más yugo que el de Dios.

Y aquí estamos, dando gracias,

por su vida y su misión,

pues Francisco aún camina,

aún resuena su canción.

¡Adelante, gran amigo!

¡Que no muera tu verdad!

Que la gracia que te cubre

nunca deje de brillar.

Porque Dios ha concedido

que aún tengas mucho que dar,

Francisco José, bandera,

voz que nunca callará.