Bambi, la Reina de la Noche y el Alba
En la casa duerme el mundo,
todo en sombras, en sosiego,
mas resuena un eco hondo,
un llamado, un dulce ruego.
Es la reina del umbral,
la que ordena, la que manda,
la que exige con su garra
que se abra su gran puerta real.
Bambi espera, altiva, erguida,
como un lince en su esplendor,
en sus ojos luz dormida,
en su cola un gran fulgor.
Ella sabe que la noche
le pertenece, es su reino,
en el huerto, sigilosa,
camina con paso dueño.
No hay murmullo que la asuste,
ni rumor que la despierte,
más que el roce de la brisa
y el fulgor de su propia suerte.
Se desliza entre las sombras,
dueña y dueña de su estampa,
y la luna, reverente,
le dibuja luz de plata.
Oh, Bambi, reina en celo,
dama altiva del misterio,
con un salto cruzas mundos,
con un maullido das decreto.
El Alba la Llama
Más la noche no es su dueño,
ni la luz la hace menguar,
porque al alba, con empeño,
Bambi vuelve a reclamar.
De la casa al huerto, del huerto a la casa,
con su arte, con su estampa,
llama fuerte a la puerta
y la aurora la acompaña.
Es la diosa de la caza,
elegante y sigilosa,
de sus pasos deja huella
con su andar de mariposa.
Las criaturas más pequeñas,
los ratones más astutos,
tiemblan cuando en la mañana
Bambi sale a sus asuntos.
¡Que se cuiden, que se escondan,
que respeten su reinado!
Pues la gata que camina
siempre deja su legado.
El Llamado Nocturno
Pero no solo es fiera,
no solo es la soberana,
cuando el sueño a ti te pesa,
te reclama en la almohada.
Con su ronroneo dulce
y su roce sigiloso,
se acomoda con encanto
en tus brazos amorosos.
Te llama, te envuelve,
te pide calor,
mas es ella quien manda,
es ella el fulgor.
Y si nadie le hace caso,
si la ignoras demasiado,
con su garra, con su orgullo,
algo al suelo habrá rodado.
Porque Bambi es la reina
de la sombra y la luz,
del amor y del alba,
del misterio y la cruz.
Si la miras, te atrapa,
si la sigues, se va,
si la llamas, responde,
pero es ella quien da.
Oh, Bambi, maestra del viento,
soberana de la noche callada,
sigues siendo un gran misterio,
pero en casa… eres amada.
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