No te olvides

 

No te olvides del día en que nos encontramos,

cuando el destino tejió con hilos dorados

los caminos de dos almas errantes

que sin buscarse, ya se habían hallado.

No te olvides del primer momento en que me hablaste,

de la luz en tus ojos, del eco en mi pecho,

de la sonrisa que nació sin aviso,

del temblor en mis manos, del mundo en silencio.

No te olvides de todas esas cosas que me hacen reír,

de nuestras bromas tejidas en noches eternas,

de las tonterías que sólo nosotros entendemos,

de la risa que cura, que canta, que vuela.

No te olvides de los días en que estaba triste,

cuando mi alma se nubló de tormentas y sombras,

y fuiste abrigo, fuiste calma, fuiste mi ancla,

con palabras tan tuyas, con abrazos de aurora.

No te olvides de nuestras peleas sin dueño,

del orgullo que a veces quiso separarnos,

de los celos ardientes que hirieron el aire,

de los silencios que aprendimos a amarnos.

Pero tampoco te olvides de cada reconciliación,

de cada susurro que sanó nuestras grietas,

de cada beso que borró las heridas,

de cada "lo siento" que al amor nos regresa.

No te olvides de la primera vez que dijiste "te amo",

de cómo mi mundo tembló en un instante,

de cómo mis labios, inseguros y torpes,

te respondieron con un "yo también" palpitante.

No te olvides de aquellas madrugadas sin tiempo,

cuando el sol nos encontraba aún despiertos,

hablando de sueños, de miedos, de todo,

convirtiendo las horas en mágicos versos.

No te olvides de lo mucho que te extrañé cuando estabas lejos,

cuando la distancia quiso ser muro entre dos,

pero fuimos más fuertes, más tercos, más nuestros,

y el amor se hizo puente, se hizo canción.

No te olvides, amor mío, de cada instante,

de cada historia que juntos creamos,

de cada promesa que aún vive en el aire,

de este amor inmenso, sin final y sin daño.

No te olvides de que te amo, y que siempre lo haré,

porque en cada latido, en cada suspiro,

sigues siendo mi casa, mi todo, mi fe,

y en cada "te quiero", eres mi destino.

No te olvides del tiempo que compartimos,

de los sueños que tejimos con esperanza,

porque, aunque el futuro sea incierto y lejano,

mi amor por ti siempre será la esperanza.