"El Paraíso de Tu Sonrisa, Maite"

 

Maite,

¿cómo puedo empezar a describir lo que significas para mí?

Eres más que una persona, más que un nombre,

eres el latido que le da ritmo a mi vida,

la melodía que da sentido a mis días.

En la ternura de tu sonrisa

he descubierto un universo donde todo es posible,

un refugio tan dulce

que solo en tus labios florece la alegría.

No soy feliz solo por estar contigo,

sino porque junto a ti descubro una versión de mí

que no sabía que existía.

Soy mejor, más fuerte, más libre,

porque tú, Maite, me llenas de una paz

que ninguna palabra podría abarcar por completo.

Es como si el amor me tomara de la mano

y me guiara por los caminos más bellos de la existencia,

esos caminos que solo tú sabes iluminar.

Tus ojos, Maite,

son dos faros en la noche de mi alma,

dos luceros que me enseñan

que la bondad no solo existe,

sino que habita en cada rincón de ti.

Tu mirada tiene una dulzura que desarma,

un brillo que transforma incluso el momento más simple

en un recuerdo eterno.

Y esa sonrisa tuya...

es un paraíso en sí misma,

un oasis donde encuentro calma, alegría, vida.

Cuando sonríes, todo en el mundo parece detenerse;

las flores se inclinan para admirarte,

y hasta el viento parece celebrar tu risa.

Es un milagro que no merezco,

pero que atesoro con todo mi ser.

Pasear contigo, Maite,

es más que caminar,

es descubrir que la belleza de los paisajes

se multiplica cuando estás a mi lado.

Es como si los lugares más hermosos

fueran creados para ser el escenario de tu ternura,

como si la vida misma se rindiera ante ti.

Tu bondad es un río que nunca deja de fluir,

un abrazo invisible que me envuelve,

una caricia constante que llena mi mundo de esperanza.

Eres el sol que ilumina mi horizonte,

la brisa que calma mis miedos,

la dulzura que me hace creer

que lo más hermoso de la vida está en los pequeños detalles,

esos que tú conviertes en magia.

Déjame ser siempre el guardián de tu alegría,

el caminante eterno de tus senderos,

el eterno admirador de todo lo que eres.

Porque Maite, tú no eres solo amor,

eres el amor hecho poesía,

hecho cielo,

hecho vida.

Tú, Maite,

eres mi razón, mi fe, mi todo.