De las alturas al altar: la mujer que escuchó a Dios en aviones y ahora desafía al Vaticano
El 24 de junio promete ser una fecha histórica, aunque no
necesariamente por las razones que uno podría imaginar. Una capilla histórica
cerca de Santiago será testigo de un evento que algunos aplauden como
revolucionario y otros consideran el inicio del Apocalipsis: la ordenación
episcopal de una mujer que, entre otras curiosidades, afirma haber tenido
teofanías en aviones. Sí, lo leó bien: Dios parece tener predilección por las alturas.
Matrimonios que rezan unidos...
Esta historia de proporciones bíblicas (o al menos digna de
un reality show) tiene como protagonista a una mujer casada con un cura. Una
combinación que, para el ojo desprevenido, ya suena a una mezcla entre una
película de Almodóvar y un capítulo perdido de "The Crown". Sin
embargo, la pareja no solo comparte el vínculo del matrimonio, sino también una
afición por los sacramentos: ambos celebran misas y funerales como si fuese la
cosa más normal del mundo. Lo que para algunos es un escándalo, para ellos es
simplemente "trabajo en equipo".
La protagonista de esta historia, quien pronto recibirá el
título de "obispa", señala que su vocación ha sido guiada por su fe
inquebrantable y por un par de encuentros cercanos con lo divino en pleno
vuelo. Porque, claro, ¿qué mejor lugar para recibir mensajes celestiales que a
30,000 pies de altura y rodeada de cacahuetes de cortesía?
Las teofanías en las alturas: cuando Dios reserva primera
clase
En declaraciones que han dejado a más de uno buscando
explicaciones en el catecismo, la futura obispa ha afirmado que Dios se ha
comunicado con ella en repetidas ocasiones mientras viajaba en aviones. “Es un
lugar de calma y conexión”, explicó. Al parecer, la turbulencia no solo afecta
las bebidas a bordo, sino también inspira revelaciones divinas.
La comunidad religiosa está, por supuesto, dividida. Algunos
aseguran que estas experiencias son pruebas de su espiritualidad superior,
mientras que otros se preguntan si las alturas y la presión de la cabina no
habrán jugado un papel más relevante en estas visiones. En cualquier caso,
parece que su fe tiene alas.
Un matrimonio que rompe moldes (y algunas reglas)
La futura obispa y su esposo han encontrado una manera
bastante creativa de vivir su fe. Mientras que otros se conforman con cumplir
las reglas, ellos han decidido escribir las suyas propias. Según cuentan,
celebran misas, funerales y, si les queda tiempo, también comparten la vida
cotidiana como cualquier pareja normal. Pero, ¿qué tan normal puede ser un
matrimonio donde ambos conjugan el verbo "transubstanciar" en primera
persona del plural?
Sus detractores los acusan de profanar las tradiciones de la
iglesia, pero ellos lo ven como una evolución necesaria. En palabras de la
futura obispa, “La fe no debe estar atada a estructuras arcaicas, sino a la
verdad que cada uno lleva en su corazón”. Un discurso que suena tan convincente
como cualquier homilía, aunque con un toque extra de rebeldía.
Una capilla histórica para un evento histórico
El escenario elegido para esta controvertida ordenación es
una capilla histórica cerca de Santiago, un lugar cargado de simbolismo y,
probablemente, de bastantes curiosos que no querrán perderse el espectáculo. Si
bien el evento promete ser solemne, no faltan quienes aseguran que también será
un festín para los críticos y los titulares sensacionalistas.
De hecho, la decisión de realizar la ceremonia en un lugar
con tanto peso histórico ha sido vista por algunos como una declaración de
intenciones: “Estamos aquí para quedarnos”. Por supuesto, eso no ha impedido
que las discusiones y los memes en redes sociales estén a la orden del día.
Detenida en el Vaticano: protestas con estola y ropas de
presbítera
No es la primera vez que esta mujer desafía las normas
establecidas. En una ocasión, fue detenida por manifestarse en el Vaticano
llevando una estola y ropas de presbítera, un gesto que provocó un revuelo
significativo en los pasillos del poder eclesiástico. Su protesta, destinada a
visibilizar el papel de la mujer en la iglesia, fue tan audaz como
controvertida, consolidando su reputación como una figura disruptiva dentro del
panorama religioso.
Un futuro incierto pero prometedor
Mientras el 24 de junio se acerca, la futura obispa sigue
adelante con su misión, ignorando las críticas y enfocándose en lo que
considera un llamado divino. Su historia ha generado opiniones polarizadas,
pero también ha puesto sobre la mesa un debate necesario sobre el papel de la
mujer en la iglesia y las estructuras de poder que dominan las instituciones
religiosas.
¿Será este el comienzo de una nueva era para la fe o
simplemente otro capítulo en la larga historia de controversias religiosas?
Solo el tiempo lo dirá. Por ahora, lo único seguro es que el cielo y la tierra
seguirán siendo el escenario de esta peculiar y fascinante historia.
Y quién sabe, quizás en su próximo vuelo, nuestra futura obispa reciba otra revelación divina. Porque si algo hemos aprendido de esta historia, es que cuando se trata de fe, aviones y una buena dosis de controversia, cualquier cosa puede suceder.
A pesar de todo, considero esta ordenación un error que
contradice las tradiciones y enseñanzas de la iglesia. La fe debe evolucionar,
pero sin olvidar los pilares que la sustentan. Este acto, aunque llamativo,
pone en riesgo la integridad de la doctrina cristiana.
Este acto, lejos de ser un avance, representa una desviación
peligrosa que socava la integridad y unidad de la doctrina cristiana. La fe
debe evolucionar, pero nunca al costo de traicionar sus fundamentos esenciales.
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