Olga Lucía Álvarez Benjumea ordena la primera obispa de España en rebeldía
Olga Lucía afirma que sigue el ejemplo de Maria, la madre de Jesús, que sale corriendo, llevándolo en su vientre, a compartirlo con su prima, pasando por terrenos peligrosos y Maria de Magdala, que tambien tiene prisa de llevar el anuncio, según le entregó Jesús, para llevarlo a sus amigos en Galilea.
"Voy a pie, en
bus, en el Metro o en el Transmilenio (Bogotá). No tengo guardaespaldas."
"Necesitamos
curas, sí, pero diferentes de ellos". "Muy fácil, ser cura, solo
buscan el poder, y que les rindan pleitesia" añade.
"Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo." (GS n1) Por el momento, es la Iglesia de Base y las mujeres como tú la que lo ponéis en práctica. La jerárquica se limita a dar consejos sobre el particular, a conservar y guardar celosamente sus tesoros, y a luchar por las prebendas.
Mercedes, la nueva
obispa, recuerda con rabia cómo desde su infancia se sintió frustrada por la
exclusión de las mujeres en la Iglesia.
"No hay en
Cristo y en la Iglesia ninguna desigualdad por razón de la raza o de la
nacionalidad, de la condición social o del sexo" (LG. 32, b).
Como ejemplo de la sutil mentalización de supeditación e
infravaloración de la mujer llevada a cabo por la Iglesia Católica Romana a
través de los siglos y mantenida hasta el día de hoy, a la que me estoy
refiriendo, recuerdo unas declaraciones de Mercedes
Navarro del año 2008 - Mercedes
Navarro es Doctora en Psicología (UP Salamanca) y Teología (PU Gregoriana,
Roma) y licenciada en Ciencias Bíblicas (P.I. Bíblico)- en dichas
declaraciones, denunciaba cómo en la traducción al latín de la Biblia,
realizada por San Jerónimo en el s.V, llamada "Vulgata"y de la que
hemos bebido toda la vida, este Santo Padre se permitió varias licencias poco
éticas en dicho trabajo.
Para empezar, al traducir los textos del Génesis sobre la
relación Adán-Eva, según Mercedes Navarro, S. Jerónimo"no hace una
traducción exacta del hebreo porque en ese idioma no aparece la subordinación
sino la reciprocidad."
Lo necio del mundo
escogió Dios para avergonzar a los sabios, y lo débil del mundo escogió Dios,
para avergonzar a los fuertes;" (1 Corintios 1:27).
La Asociación de Presbíteras Católicas Romanas (APCR), una organización internacional que lucha por el derecho de las mujeres a ser sacerdotes aunque no es reconocida por la Iglesia, ha hecho historia al ordenar a una mujer vasca como obispa, la primera en España. Mercedes, la nueva obispa, recuerda con rabia cómo desde su infancia se sintió frustrada por la exclusión de las mujeres en la Iglesia, cuya institución siempre ha favorecido a los hombres. Su ordenación, celebrada el pasado 1 de junio según el rito romano y ante un numeroso grupo de asistentes, marca un hito en la lucha por la igualdad de género en el ámbito eclesiástico.
La ceremonia de ordenación fue presidida por Olga Lucía Álvarez Benjumea, una obispa colombiana y destacada representante del movimiento en Suramérica. Mercedes, quien prefiere mantenerse en el anonimato, no ve su nueva posición como un honor social, sino como una oportunidad de servir a la comunidad, reflejando su compromiso con la misión de la Iglesia. En declaraciones a EFE, subrayó que su nombramiento no se trata de una cuestión de prestigio personal, sino de cumplir con el llamado al servicio que considera fundamental en su fe.
Recuerda cómo su
madre le decía que el oficio religioso era "cosa de chicos", y que
solo en caso de abrir los seminarios a mujeres podría seguir adelante con su
vocación. "Hasta que encontré la asociación", un grupo católico,
feminista e inclusivo del que forma parte desde hace cuatro años y donde se
consagró presbítera hace dos.
Compuesto actualmente por 124 presbíteras y 10 obispas, el movimiento nació en el río Danubio en 2002 y desde entonces ha ido creciendo hasta formar comunidades repartidas por Alemania, Austria, Francia, Escocia, Canadá, Estados Unidos y Suramérica.
Se trata de un movimiento de renovación dentro de la Iglesia
Católica Romana cuyo su objetivo es conseguir la plena igualdad dentro de la
Iglesia como cuestión "de justicia y de fidelidad al Evangelio", que
aboga por un nuevo modelo de ministerio sacerdotal inclusivo en la Iglesia.
Reivindica el acceso
de la mujer a las órdenes sagradas como cualquier varón bautizado, una
posibilidad prohibida en el artículo 1024 del código de Derecho canónico, que
defienden abolir, así como el llamado Decreto Graciano.
"Todo varón bautizado tiene derecho a las órdenes
sagradas. O sea las mujeres que estamos bautizadas no. Esa es la
cuestión", reivindica Mercedes.
"Quiero ser íntegramente de la Iglesia y que la Iglesia acoja íntegramente
a todas las personas, sean como sean. Toda persona tiene derecho que se le
quiera", abunda.
"El movimiento está creciendo en Europa y España", reconoce Mercedes. Desde el primer nombramiento en 2013, España cuenta con tres presbíteras ordenadas, entre ellas la nueva obispa, y esperan seis nuevos nombramientos, siempre "en la clandestinidad".
En 2007 la Iglesia católica aprobó en su Congregación para la Doctrina de la Fe la excomunión 'latae sententiae' tanto a quien confiera el orden sagrado a una mujer, como a la mujer que haya intentado recibir la ordenación.
La colombiana Olga Lucía Álvarez Benjumea, la primera presbítera latinoamericana y la obispa que consagró a Mercedes, asegura no haber recibido notificación alguna desde Roma: "Sé que hay un canon, pero a mí no se me aplica porque yo no he renunciado a mi bautismo, ni me he retirado de la iglesia".
"Si la Iglesia nos aplica excomunión es porque nos
reconoce", explica Álvarez Benjumea.
Respecto al Papa Francisco, Álvarez Benjumea lo considera
como "un novio muy querido que nos manda flores y nos dice frases muy
bonitas", pero del que no cabe esperar "más nada".
La nueva obispa, por su parte, muestra "sumo
respeto" al hablar del pontífice y ve en su mandato un intento de dar
pasos hacia adelante, aunque "no los suficientes".
No cree que en la
Iglesia quepan “todos, todos, todos”, porque divorciados, homosexuales,
transgénero y las mujeres ocupan "un quinto lugar".
Reivindica que "va siendo hora" de que la Iglesia
abra las puertas a la mujer y defiende que puedan acceder no solo al diaconado,
como empieza a plantear la Iglesia: "Nosotras no queremos el diaconado,
queremos el presbiterado".
Tras su ordenación el 1 de junio, Mercedes ejercerá labores
de trabajo pastoral y ordenación de otras personas. "He celebrado misa, he
bautizado a una niña, he acudido a funerales". Todo ello en domicilios
privados y "de forma clandestina".
"Siento una
llamada al servicio de una manera de ejercer los sacramentos, de ayudar a la
gente que lo está necesitando. Y la gente ve bien que una mujer pueda acceder a
hacer todo este tipo de labor sin escondernos. Porque no estamos pecando",
insiste.
Así es Mercedes, Dios
se burla del poder del hombre. Él se ríe de nuestros esfuerzos ególatras de ser
buenos. Él nunca usa al grandioso ni al poderoso, sino que usa a las cosas
débiles de este mundo para confundir a los sabios. Viendo tu testimonio y tus
deseos de servir soy consciente de que
Dios te está usando enormemente.
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