¡Votar es mirar la realidad…!
Así es, Ay de vosotros, gobernantes, que imponéis cargas abrumadoras sobre las espaldas de los pobres y vosotros ni las tocáis con el dedo.
Ay de vosotros,
poderosos de este mundo, que creéis que podéis hacer lo que queráis, sin asumir
las consecuencias, como si estuvierais por encima de la ley y la justicia.
Ay de vosotros,
dirigentes, que buscáis los primeros puestos, salir en la televisión y que la
gente os admire y os rinda pleitesía, en lugar de servir humildemente a
vuestros conciudadanos, diciendo “siervos inútiles somos”.
Ay de vosotros,
polítiquillos, que estáis más preocupados de ser reelegidos que de vuestro
deber para con el país.
Ay de vosotros,
administradores injustos, que sois hábiles para buscar vuestro bien y torpes
para buscar el bien de los demás.
Pero…Dichosos seréis
si, por ser sinceros y justos, perdéis el apoyo de empresas que os patrocinan,
de los sindicatos que os apoyan o de los lobbies que os tiranizan.
Dichosos vosotros, si
preferís la verdad a la propaganda y las consignas de vuestro partido, aunque
no vuelvan a nombraros para ningún cargo.
Dichosos vosotros si
sufrís en vuestra carne los recortes antes de imponérselos a los que apenas
tienen nada.
Dichosos seréis si por
defender a los niños no nacidos perdéis los votos que sean menester.
Dichosos vosotros, si
edificáis vuestra política sobre la ley natural, la verdad y la justicia y no
sobre las encuestas.
Dichosos vosotros si
reconocéis vuestros errores, en lugar de pretender que tenéis siempre razón y
que la culpa es de los otros.
Hoy la ideología triunfante e imperante es la Ideología de Género. En ella el aborto, a pesar del gravísimo trauma que suele originar el síndrome postaborto, en vez de ser un crimen pasa a ser un derecho, cosa que igualmente sucede con la eutanasia. Pero desde el punto de vista de destrucción de la Sociedad, lo peor seguramente es la solapada, aunque a veces descarada, lucha para destruir la familia. Para ello se utiliza el pretexto, en apariencia plausible, de dar educación sexual a los niños, cuando en realidad lo que se hace es corromperles.
Contemplando a Jesús
debemos tener presentes a todos los afligidos a causa del trabajo o de la carencia
del mismo. ¿Cómo no recordar a quienes están en el paro, a quienes tienen
empleos precarios o mal remunerados, o a quienes desempeñan su tarea en
condiciones adversas?
El acceso al trabajo y a la profesión debe estar abierto a todos sin discriminación injusta, a hombres y mujeres, sanos y disminuidos, autóctonos e inmigrados (cf Catecismo 2433). Asimismo, el salario justo es el fruto del legítimo trabajo, y ha de hacer posible que las familias vivan dignamente su vida material, social, cultural y espiritual.
¡La vivienda también
se ha convertido en un gran pozo sin fondo para numerosas familias!
En los últimos años, la vivienda se ha convertido en un gran pozo sin fondo para numerosas familias, sobre todo para aquellas con menos ingresos. Los gastos relacionados con el pago de la casa y sus suministros son -con diferencia- los que más se han incrementado en los presupuestos familiares, desequilibrando así las economías de millones de familias en nuestro país.
La compra de una vivienda no es la única causa de tensión
que sufren las economías domésticas. La mitad de las familias que cuentan con
una casa en alquiler también sufren estrés financiero. Según datos de EINSFOESSA 2021, con datos de 2020, un tercio de la
población en alquiler están en situación de estrés moderado y, lo que es aún
más preocupante, el 16% de la población en alquiler experimenta un nivel
extremo de estrés financiero. Esto quiere decir que el pago del alquiler supone
más del 60% de sus ingresos.
Los cristianos debemos mostrar el verdadero rostro de Dios en los caminos por los que transitan los hombres, No se trata solamente de hacer obras de buena voluntad o de una caridad mal entendida con los que no tienen hogar, sino de encontrarnos con ellos, acogerlos y hacerles partícipes de lo que nosotros disfrutamos.
Así mismo, hay algunos políticos que no solo no favorecen la
atención sanitaria, como se merecen, los ciudadanos, sino que incluso hacen negocio con la sanidad. Son los horarios abusivos que han de sufrir
médicos y enfermeras, la atención de las urgencias por video-llamadas, las
listas de espera (de meses), las video-consultas, la reducción de profesionales
de la salud, las deficiencias o incluso el desmantelamiento de las urgencias
rurales y sobre todo la menor inversión en Sanidad, hace que la ciudadanía no
tenga una atención sanitaria más humana, de calidad y más eficiente.
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