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Jesús Sanz pide el voto para VOX para alejar a "los pirómanos mendaces"


Tras el desierto, vendrá "el vergel" para un pueblo español al que no podemos evitar comparar con el pueblo elegido de Israel, "que deseamos que florezca ensoñado y sereno tras los incendios de las recientes pesadillas" planteadas después de, eso no lo dice, unas elecciones democráticas (como lo serán éstas, aunque el resultado nos pueda gustar más o menos). Afirma  "Entre el desastre trucado y mendaz y el cambio deseable, hay que escribir pacientes un itinerario juntos, especialmente las gobernanzas políticas salientes con sus propios matices complementarios, como bomberos verdaderos, lejos de los pirómanos mendaces” añade

  La ideología fascista de PP y Vox es evidente por cuanto implica recortes en los derechos civiles de los ciudadanos, conseguido no tan fácilmente después de una dictadura prolongada y una democracia con sus altibajos. Repasemos algunos espacios donde la ideología fascista de estos partidos que gobiernan en Comunidades Autónomas y Ayuntamientos (esperemos que no sea también el gobierno de España el próximo día 23) y que algunos obispos españoles de algún modo han hecho suya.

La política ideológica del PP y Vox de rechazo de la violencia de género y cambiarla por la violencia intrafamiliar implica desvirtuar el feminismo como el derecho de igualdad entre el hombre y la mujer y una marginación profunda del rol de la mujer en la sociedad; o lo que es lo mismo, reforzar el patriarcado tanto en la familia como en la sociedad.

¿Dónde están los derechos civiles conquistados por las mujeres? Habrá que recordar lo que decía F. Nietzsche: “la mujer es el refugio del guerrero”

Personalmente, cuando leo en el Nuevo Testamento que “en Cristo Jesús no hay varón, ni mujer, ni señor, ni esclavo” (Gal 3, 28), siento que nuestra sociedad necesita ser profundamente cambiada, porque sigue existiendo en ella mucha diferencia entre varón y mujer y continúan existiendo muchos señores y muchos esclavos.

Durante los casi dos mil años de Historia de la Iglesia, sus más valorados teólogos rivalizaron en justificar (en nombre de Dios) el haber vuelto a relegar a la mujer a un papel de inferioridad, dependencia y supeditación respecto del varón. Papel del que, inicialmente, ellas habían entendido ser liberadas por su Maestro. Durante todo ese tiempo, la mujer ha sido citada por los llamados Santos Padres de la Iglesia con teorías que ahora encontramos ridículas y que nos harían reír si no hubieran hecho sufrir cruel e innecesariamente a tantas y tantas mujeres.

Sin ir más lejos, podemos recordar el siguiente análisis “científico” de Santo Tomás de Aquino (siglo XIII): “la mujer es inferior al hombre en tres aspectos: en el aspecto evolutivo (inferioridad biogenética), en el ser (inferioridad cualitativa) y en el hacer (inferioridad funcional)”.Teoría que originó acaloradas discusiones entre los eruditos, (hasta principios del siglo XIX) sobre si las mujeres tenían alma o no. Lo cual equivalía a marginar a todo el género femenino de la Redención.

Otra actitud que me parece hiriente, desde una perspectiva de fe y del pensamiento social de la Iglesia, junto con los derechos humanos, es el  planteamiento de Vox acerca de los inmigrantes y refugiados. La Iglesia habla de acogida y de hospitalidad y ellos hablan de expulsión. La Iglesia habla de personas y ellos hablan de ilegales. Estoy seguro de que Jesús de Nazaret sería hoy en día un refugiado o un inmigrante.

Como dice el Papa Francisco, (que a los de Vox no les gusta absolutamente nada como Papa): «La política es una de las formas más altas de la caridad, del amor».

En la política podemos ser Caín o Abel. ¿Dónde está tu hermano refugiado o inmigrante? ¿Dónde está tu hermano que sufre la injusticia social y la falta de libertad? ¿Dónde está tu hermana que sufre la violencia machista?

Así las cosas, en la Iglesia los derechos de la mujer están aparcados desde tiempos remotos; ni se habla de ellos por parte de la jerarquía eclesiástica. Y lo más llamativo es que a la mujer se la ha demonizado, puesto que el pecado vino al mundo por ella. “¡Ah!, yo no tengo la culpa, dijo Adán, es la mujer la que me ha dado la manzana”.

Ahí están las palabras de Juan Pablo II en la Ordenatio sacerdotalis: “La Iglesia no tiene la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres”. A este respecto se podrían hacer muchas preguntas simples, como ¿cuántas mujeres están al frente de un departamento en una curia diocesana española?; ¿cuántas son responsables de los diferentes equipos pastorales diocesanos o de las diferentes vicarías? Creo que con los dedos de una mano tendríamos suficientes.

Para el PP y Vox los pobres no existen. Más de una vez se ha escenificado en sede parlamentaria o ante las cámaras de televisión el gesto obsceno de algunos políticos del PP y de Vox de buscar a su alrededor a algún pobre, aunque, por otra parte, los migrantes, los menas… son los culpables de lo malo que ocurre en España y por eso los rechazan frontalmente.

¿Qué decir de Vox, el partido que se preocupa por la caza mientras se recortan los servicios sanitarios, mientras hay miles de ancianos que viven de una mínima ayuda oficial, jubilados con pensiones de miseria, trabajadores que no pueden disfrutar de vacaciones, pero que pagan sus impuestos?. Así las cosas, con Vox parece que queremos retroceder a la época en que los nobles poseían castillos y armas, disponían de tiempo para la caza y se divertían, es decir, una vuelta a la Edad Media.

Dios los cría, y Franco los junta… Grupúsculos como HazteOir o Máslibres, situados en la órbita de Vox y de sectores ultracatólicos como los kikos, el Opus Dei o los Legionarios de Cristo (e incluso más allá, a través de sectas como El Yunque), que lo mismo organizan una sentada para protestar contra la exhumación ante la sede del PSOE, que acosan a las mujeres que van a abortar a las puertas de la clínica Dator.

Vamos, los católicos "de toda la vida", que añoran una España en la que Franco dio todo el poder a la Iglesia, y donde los únicos valores que podían defenderse eran los de la firme ortodoxia, la continencia sexual y las familias numerosas. Los mismos que, en otro tiempo, quemaban mujeres en la plaza pública acusadas de brujas u obligaban a judíos, musulmanes o protestantes a abjurar de su fe si no querían perder la vida.

 

 

 

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