Feijóo insiste de nuevo en que gobierne la lista más votada, pero él no lo está cumpliendo…
María Guardiola
consuma así el giro de 180 grados al que la forzó la dirección del PP después
de que ella misma dijera que no podía “dejar entrar en el gobierno a aquellos
que niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quienes
están deshumanizando a los inmigrantes, y a quienes despliegan una lona y tiran
a una papelera la bandera LGTBI” y pasase a considerar “imprescindible el
respeto, el diálogo y el acuerdo programático con Vox”.
Guardiola llegó a llamar “señor feudal” al líder de Vox, Santiago Abascal, y “capataz” a su enviado a la sesión constitutiva del Parlamento, Jorge Buxadé. Acusó a quienes dará entrada en su gobierno de anteponer “sus ansias de poder y su soberbia al cambio” y de perseguir “ocupar sillones” en vez de “mejorar la vida de los demás”. Sus “principios, ideas y compromiso”, declaró antes de que Feijóo la obligase a rectificar, eran innegociables.
Así pues, María Guardiola ha perfilado la estructura del Gobierno de Extremadura, que contará con 22 secretarías y 31 direcciones generales, entre las que destaca la Dirección General de Infraestructuras Rurales, Patrimonio y Tauromaquia y otra de Gestión Forestal, Caza y Pesca. Estos dos gabinetes tendrán competencias en el fomento de los festejos basados en el maltrato al toro, y también en la gestión de las normativas y ayudas cinegéticas para caza y pesca.
Se trata, además, de dos carteras que dependerán de Vox,
pues se enmarcan dentro de la Consejería Forestal y Mundo Rural, que también
tendrá capacidad para gestionar las políticas forestales y de lucha contra los
incendios. Al frente de esta rama del Gobierno autonómico estará Camino Limia,
una influencer que saltó a la fama entre la ultraderecha por sus críticas al
ministro de Consumo, Alberto Garzón, y su postura sobre las macrogranjas y el
consumo de carne.
El pacto entre Vox y
PP ya dejó claro que el nuevo Gobierno tendrá un especial interés en proteger
la caza y la tauromaquia, concebidas como una "fuente de cultura, riqueza
y sostenibilidad de la dehesa".
Guardiola ha eliminado también la Consejería de Igualdad, que pasa a ser una secretaría general vinculada a Presidencia.
¿Qué decir de Vox, el
partido que se preocupa por la caza mientras se recortan los servicios
sanitarios, mientras hay miles de ancianos que viven de una mínima ayuda
oficial, jubilados con pensiones de miseria, trabajadores que no pueden
disfrutar de vacaciones, pero que pagan sus impuestos?. Así las cosas, con Vox
parece que queremos retroceder a la época en que los nobles poseían castillos y
armas, disponían de tiempo para la caza y se divertían, es decir, una vuelta a
la Edad Media.
El abuso de los derechos humanos se ha aumentado bruscamente
con el ascenso constante de la derecha y los partidos de extrema derecha en los
países industrializados ricos, cuya ideología extremista se extiende ahora más
rápido que nunca en Europa. De hecho, la mayoría de los 27 países miembros de
la Unión Europea están ahora gobernados formalmente o fuertemente influenciados
y apoyados por partidos extremistas y populistas, que niegan públicamente los
derechos humanos básicos, al tiempo que enmascaran
Sus políticas de supresión de servicios públicos como la sanidad, la educación, las pensiones y la protección de los trabajadores.
Al ingreso mínimo
vital los de Vox lo llamaban "limosna vitalicia", "medida
comunista", "auténtica broma", "paguita" o
"solución venezolana". Es lo que opinaban sobre una renta mínima
vital que ya ha defendido hasta el vicepresidente del Banco Central Europeo y
exministro español Luis de Guindos. El propio Abascal llegó a llamar al Papa
Francisco "ciudadano Bergoglio" por sumarse a las voces que piden ese
tipo de medidas.
Sin embargo, el 64% de los ingresos de Vox en 2022 fueron a través de ayudas públicas. Esto quiere decir que dos de cada tres euros que entra en el partido proviene de subvenciones de las diferentes administraciones. La formación de extrema derecha ingresó el último curso 15 millones de euros de los cuales casi diez tienen origen público.
Pese al odio a lo público, pese a que se refieren a la renta mínima vital para las personas más desfavorecidas de España como "paguita", estos patriotas se sostienen ya con más de un 60% de fondos públicos. Por no hablar de que algunas de sus figuras, como el juez Serrano en Andalucía, intenta captar clientes a rebufo de la pandemia mientras son investigados por presuntos fraude en subvenciones públicas. "Mientras en 2018 solo obtuvo 613.575 euros de las arcas del Estado (por las autonómicas andaluzas de diciembre), en 2019 las subvenciones públicas llegaron a 9.937.942 millones de euros", publica el periódico de Prisa, al que ahora el entorno voxero de redes ha llamado a bloquear bajo la campaña #silenciaelpais.
Así las cosas, si gobernara Feijóo con Aznar de vicepresidente las cosas no podrían ir a peor. El economista que inspira las ideas de Vox, Rubén Manso, propone privatizar la sanidad pública y las pensiones. No hace falta ser un visionario para hacerse una idea del caos en el que estaría España si ambas cosas se hubieran llevado a cabo. Lo mismo que en Estados Unidos, estaríamos pagando casi el triple de lo que pagamos ahora para financiar la sanidad pero casi el 15% por ciento de nuestra población, seis o siete millones de españoles, como poco, no tendrían ningún tipo de cobertura sanitaria. Y sólo unos pocos privilegiados dispondrían de pensiones. ¡Más del 90% de las personas mayores estarían en la indigencia pura y dura!
Saquen ustedes mismos sus conclusiones sobre lo que pasaría en España si gobernase Vox aplicando lo que dicen sus propios dirigentes o haciendo lo que hace el político en el que se miran y al que consideran su ejemplo y referente. Y, después de haberlas sacado, piensen si no vale la pena hacer todo lo posible para defender la democracia y el bienestar en España por el único camino que puede traerlos, el del respeto, la concordia y la paz. Un camino del que no pueden salirse ni medio centímetro las personas de bien frente a los bárbaros que se empeñan en llevarnos por el de la violencia y el enfrentamiento civil.
A mi me resulta imposible que mas de la mitad de españoles sean de derechas
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