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«¡Vamos, chavales!», se le escuchaba decir a Mato a parte de su equipo…

«¡Vamos, chavales!», se le escuchaba decir a Mato a parte de su equipo, visiblemente tocado por no haber podido continuar cuatro años más. El PSOE ha perdido un concejal, situándose en los 7, y se ha dejado por el camino 1.816 votos, un 2,1 %. El interior de la sede está vacío y se ven sobre la mesa los restos del naufragio en forma de copas y botellas de vino. No obstante, procuran blandir el humor como arma necesaria para gestionar la situación.

La victoria electoral siempre es una garantía de la coherencia discursiva entre lo prometido por los candidatos ganadores en su programa electoral y su relato de la campaña porque tienen un acceso legitimado al discurso oficial.

El discurso oficial de los derrotados puede ser moldeado, alterando en mayor o menor medida su percepción de la realidad e incluso actuando de forma coherente con su propia interpretación, es decir, lo que se denomina postverdad.

Un mal Gobierno se define entre otros factores por el clientelismo político que alimenta y por su incapacidad para hacer de la función pública una estructura independiente al servicio de la ciudadanía.

La mala política en los diferentes niveles de gobierno, sea por incapacidad o por "amiguismos", terminaba convirtiéndose en agujeros dentro de esa cañería. Al final del día, los  ciudadanos solo veíamos con hartazgo cómo del otro lado de la cañería nos llegaban exiguas gotas... meses después de finalizadas las fiestas navideñas las arcadas y elementos navideños no se habían retirado… El mal estado en que se encuentran las instalaciones deportivas, así como del nulo mantenimiento de las mismas, es otro ejemplo más de la falta de gestión de lo que ha sido un gobierno desbordado y minoritario.

Mato ha privado a escolares y a turistas de conocer el parque Aquaciencia de 5000 m2 con juegos, paneles informativos y  diferentes recorridos que nos informan de la importancia del agua, en una ciudad vinculada precisamente al agua.

La limitación a 30 con el fin de recaudar tampoco ha faltado . Para circular por la carretera de Catabois de Ferrol en determinados momentos hay que armarse de paciencia. Esperemos que el partido Popular cumpla con sus promesas de cambiar la señalización, tal y como ha prometido en su campaña.

Así, pues, la realidad acaba por alcanzar a los candidatos que suman una derrota tras otra, quienes, más tarde o más temprano, acabarán dimitiendo, perdiendo a sus seguidores o viviendo una crisis interna en su partido.

La verdadera esencia de la democracia es asegurar que cada uno/a pueda desarrollar todo su potencial pues “todos valen para algo” y en ese algo deben poder aspirar a la excelencia. Pero cosa bien distinta es que “todos valgan para todo” o que “todos valgan lo mismo para hacer cualquier cosa” o para ocupar cualquier puesto en la sociedad "mucho menos en el gobierno". Los poderes públicos, como reza el art. 9.2 de nuestra Constitución, deben remover obstáculos, promover condiciones y facilitar la participación, pero dentro del principio insoslayable de “a cada uno según su capacidad y su mérito”. Esto no es sinónimo de ningún rancio elitismo sino de un realismo que trata de proveer al bien común. En todo caso, parece claro que el “arte” de gobernar no es cosa que se improvise y que pueda ejercer cualquiera sino que exige formación, experiencia y capacidades concretas.

La casta política española se ha convertido en un caldo de cultivo para la proliferación de corruptos y vendedores de humo, donde los “políticos” a falta de valores, sentido común, sentido patriótico y formación académica, se van forjando en las telarañas de sus partidos, trepando desde lo más bajo hasta ir alcanzado el objetivo de llegar a ser altos cargos sin tener ningún mérito excepcional. Cualquiera vale; así nos va. Porque lo que prima para llegar a lo más alto en política es la propia incompetencia del incompetente. Les falta de todo, pero les sobra cara dura, ambición y arrogancia.

La política no admite experiencias de laboratorio, no se puede ensayar, es un caudal de realidades incontenibles, no admite ensayo, es irrevocable, es irreversible, no se puede volver a empezar. Además un hombre poseído de la emoción política necesita justificarse ante su conciencia y ante la historia. Ambas son relativamente fáciles. Pero hay otra justificación casi imposible, que es la actual, la cotidiana, frente a frente a las masas que esperan del político siempre algo. Y para justificarse ante ellas debe sacrificar frecuentemente su justificación ante su conciencia o la historia.

Comentarios

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  2. Pobre Mato, si después de tanto esfuerzo ya no podía con la papeleta y precisó de los servicios de Rafa Beceiro...

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    1. Para que le dan tantas vueltas, si de esta salen todos colocados... y bien colocados... si alguna vez trabajaron... que lo dudo mucho. ¡ Chapa fina todo!

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