La ignorancia de un sanitario ferrolano
Me comentaba un amigo hace unos días que en un centro
sanitario Ferrolano un trabajador sanitario hacia un comentario despectivo
cuando el familiar de un enfermo se dirigía a uno de los trabajadores del
centro pidiendo ayuda espiritual. A dicha petición el sanitario hacia el
siguiente comentario: “eso ya está
pasado de moda...”
Negar el derecho al
paciente a que solicite una asistencia espiritual es violar su principio de
autonomía; tiene un derecho constitucional de ejercer y de practicar libremente
su confesión. Negar la asistencia espiritual a un paciente va en contra de un
principio elemental de la Constitución que es el derecho a la asistencia
religiosa y que cada uno pueda ejercer sus propias creencias. La ayuda
espiritual tiene que darse a todas las personas, tengan la religión que tengan.
La prestación de asistencia espiritual supone la base de las
relaciones entre las confesiones religiosas y los respectivos creyentes. El
contenido de la asistencia espiritual compete, por tanto, a cada religión y la
Administración sanitaria no puede entrar a valorar este aspecto.
Quizás este sanitario
ignora que la dimensión espiritual se considera un eje central de atención a
las necesidades de los pacientes en situación de final de vida. Cabe
destacar que un 94 por ciento de quienes reciben esta atención logran un mayor
alivio de la ansiedad y el malestar. El
94 por ciento de las personas que al final de sus vidas reciben atención
espiritual logran un mayor alivio de la ansiedad y el malestar, según el
«Estudio de Efectividad del Programa para la Atención Integral a Personas con
Enfermedades Avanzadas» realizado por el Instituto Catalán de Oncología
Diferentes estudios han puesto de manifiesto que la
espiritualidad es una necesidad del paciente, siendo los constructos más
frecuentes a los que se hacen referencia la necesidad de esperanza, necesidad
de sentido, necesidad de amor, necesidad religiosa o divina y necesidad de
afrontamiento de la muerte.
Existe la necesidad
de trascender, de prolongar la vida individual hacia las dimensiones de
la humanidad entera o de la divinidad. En relación al futuro, el tiempo
limitado puede ser vivido como una frustración, pero también puede estar
abierto a lo trascendente. La proximidad del fin confronta al considerar una
nueva jerarquía de valores.
Muchas personas,
independientemente de su orientación religiosa, tienen una forma específica de
expresar sus sentimientos religiosos cuando se acercan a la muerte.
El acompañamiento espiritual repercute en el bienestar
físico y psicológico de las personas mayores enfermas al final de su vida, es a
través de estas necesidades enunciadas que se busca hacer que la persona cuente
con herramientas para que pese a la enfermedad, tenga calidad de vida.
Hemos de considerar que la mayor parte del sufrimiento que
ocurre en este final de la vida, aparte de provocarlo el dolor físico, tiene
que ver con otros temas emocionales, sociales y espirituales, y con su propia
incapacidad para resolver los interrogantes más profundos de la vid ¿En qué consiste el acompañamiento
espiritual? En ser capaces de reconocer, acoger y dar espacio al diálogo
interior del que sufre para que él mismo pueda dar voz a sus preguntas y dar
vida a sus respuestas; en ser capaces de ayudar a despertar o a sacar a la luz
el anhelo, la búsqueda interior que toda persona puede tener.
Sabemos a través de los datos empíricos que alguien que está
conectado o envuelto con una comunidad de fe tiene mejores resultados de salud,
mejores experiencias de vida y más longevidad. Las investigaciones han
demostrado que las personas que pueden articular un entendimiento claro de su
relación con un ‘poder superior’ pueden enfrentar mejor la enfermedad y la
adversidad.
La atención clínica de la salud mental que integra la
psicología y la salud del comportamiento con la sabiduría de la espiritualidad,
la religión y la teología ayuda a aliviar los síntomas de las enfermedades,
fomenta las habilidades para enfrentar problemas y ayuda a cambiar los
comportamientos negativos, según las creencias básicas de la asesoría pastoral.
Así las cosas, la respuesta del sanitario al familiar del enfermo que
pedía ayuda espiritual me hacen recordar las palabras de Machado: “Todo lo que
se ignora, se desprecia”
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