Critican a Ángel Mato por abandonar la cultura de base y por enviar la policía local contra estos colectivos
Karlotti,cofundador de la Semana da Poesía Salvaxe, expresaba precisamente hace unos días su malestar con el gobierno local, concretamente con el concejal de Cultura, Antonio Golpe, por lo que considera una “desconsideración absoluta” por parte del responsable hacia este encuentro poético.
Ferrol en Común mostró su más “enérxico rexeitamento a
este tipo de comportamento ilóxico”, que lo único que parece mostrar,
dicen, “é unha falta de liberdade e censura á cultura da nosa cidade ademais
dunha imaxe lamentable, pola que xa vimos de pedirlle explicacións ao goberno
municipal por consideralo intolerable”. Aprovechan desde la formación para
recordar la falta de apoyo, este año, por parte del gobierno local, a la cita
poética, una actividad “referente e consolidada na nosa cidade”.
Afirmaba el edil de Cultura, Suso Basterrechea, en la presentación de la cita frente a la
puerta de Taxonera de la antigua Bazán, que siempre quiso promover una «cultura
cercana á rúa, que non agarde polos espectadores senón que saia ao seu
encontro», algo que la Poesía Salvaxe lleva haciendo desde sus inicios en 2007:
«Levando a poesía onde máis se precisa, escapando de calquera cárcere
elitista», precisaba.
El BNG considera
“lamentable a actitude do goberno municipal de Ángel Mato por abandonar á
cultura de base na cidade e por enviar á policía local contra estes colectivos,
como aconteceu o venres”, apuntan. Acusó también al gobierno local de “ter abandonado esta iniciativa cultural”
y avanzó que pedirá explicaciones al alcalde “polas ordes da concellería de
Cultura de enviar á policía local para identificar ás persoas participantes no
recitado de poemas”.
La cultura es el alma de una sociedad vibrante, expresada de
muchas maneras en que contamos nuestras historias, celebramos, recordamos el
pasado, nos entretenemos e imaginamos el futuro. Nuestra expresión creativa
ayuda a definir quiénes somos y nos ayuda a ver el mundo a través de los ojos
de los demás.
La cultura nos ayuda
a mejorar la calidad de vida y a su vez nos ayuda a aumentar el bienestar
general tanto de las personas como de las comunidades.
Asociamos los impulsos censores al conservadurismo, pero la
historia de la izquierda también incluye numerosas restricciones a la libertad
de expresión.
"El miedo que tenemos todos a no ofender en un mundo en
el que siempre aparece alguien que se ofende, es otro tipo de censura bastante
más peligrosa", Israel Elejalde.
Los afanes de censurar, vistos como una embestida de los
gobiernos autoritarios contra la cultura, nos muestran el poder de ésta en la
sociedad; de no ser así ¿para qué amordazarla?
Los políticos matan la cultura porque desprecian la cultura,
pero también porque le tienen miedo. Lo desprecian porque nuestra élite
política es cada vez más ignorante, más inculta. Y por otra parte tienen miedo
porque prefieren tener delante un público de personas que no estén capacitados
para pensar con su propia cabeza.
La cultura transmite
mensajes tan poderosos que no pueden ser acallados por autoritarismo alguno.
ELOÍSA OTERO ha
criticado también en la página Tamtampres
«la ciudad de las grúas en extinción, aves entrañables que nos desvelan y velan
el magnífico cadáver de los sueños perdidos… Ferrol es también «una ciudad hambrienta de espacios, de
calles hartas de ser despellejadas, de esquinas dobladas hasta la esclerosis,
una ciudad que quiere desembarazarse del dictador anónimo que se comporta a la
vez como un embaucador y como un ocupante”.
A principios de los 80,
Ferrol era la tercera ciudad de Galicia, con más de 90.000 habitantes.
Hoy es la séptima, y ha perdido casi un tercio de su población. Es la urbe más
envejecida. Y la que tiene la mayor tasa de paro, al borde del 20%. La tasa de
empleo -el índice de población que trabaja- supera el 48% en España, pero en
Ferrol no llega al 35%. Su tasa de actividad -el porcentaje de ciudadanos que
quieren trabajar en relación a quienes están en edad de hacerlo- es la más baja
de todo el Estado.
Pasear por Ferrol también
puede llegar a encoger el corazón, a la vista de la sucesión de comercios
cerrados, bajos vacíos y casas destartaladas en un centro histórico que fue
ejemplo del urbanismo de la Ilustración y que en el primer tercio del siglo XX.
Así las cosas, creo que sería bueno que el señor Mato haga
memoria de sus palabras cuando afirmaba en una entrevista: "A ferrolano no me gana nadie"
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