Los medios de comunicación ayudan a que el concejal de tráfico “entre en razón” y mejore la seguridad del barrio de Canido.
Los vecinos de Canido consiguen que el concejal de tráfico “ entre en razón” sobre la seguridad del barrio. Se trata de una zona que carece de aceras, un tramo estrecho por el que transitan personas mayores y menores que acuden a los centros escolares del entorno. Las entidades del barrio consideran que la zona no cuenta con suficientes medidas de protección que aseguren el tránsito de los peatones y piden una solución al gobierno local.
Una reclamación que
no es nueva, y que desde varios meses vengo denunciando en mi blog.
La concentración convocada por varias entidades del barrio
de Canido, en Ferrol, para las 17,00 horas de este viernes, 4 de febrero, en la
plaza de O Cruceiro, ha quedado desconvocada, luego de que integrantes del
gobierno municipal se reunieran este jueves, día 3, con algunos de sus
representantes.
Así, según han detallado en un comunicado, el concejal de
Seguridad Germán Costoya, junto con el jefe de la Policía Local de Ferrol se
acercaron hasta el barrio para mantener una reunión con el presidente de la
entidad vecinal, Roberto Taboada, junto con otros representantes asociativos,
así como algún vecinos.
En la reunión se evaluaron diferentes alternativas que hagan
más segura la circulación en el barrio, ya no solo en la calle Atocha, sino que
también en otros puntos, com Alonso López.
En la primera de las vías y de forma inmediata se han
comprometido, durante la próxima semana, a instalar bolardos, en el lado de las
viviendas y una segunda intervención, pendiente de contratación, para reubicar
y elevar el paso de cebra que está en la salida del CEIP Cruceiro de Canido.
También se introdujo en el debate la posibilidad futura de una reordenación de
la circulación en la zona.
El otro punto de riesgo, en la calle Alonso López, después
de la plaza de la Tafona, queda pendiente de un informe de opciones para
impedir la circulación de vehículos a velocidad inadecuada.
La concentración queda desconvocada, aunque desde las
entidades del barrio han asegurado que estarán de igual manera desde las cinco
de la tarde en la plaza de O Cruceiro para dar información en persona y recoger
las impresiones del vecindario.
Los medios de
comunicación se han convertido en actores políticos y económicos cruciales de
las democracias contemporáneas. Su poder reside en su capacidad para influir en
el poder: el poder de los gobiernos, jueces y legisladores; el poder de la
política; el poder de decisión de los ciudadanos.
El único medio del
mundo actual para mantener a los políticos a raya es una prensa libre.
Miedo, es la palabra. No hay otra. O al menos, no la
conozco. Miedo del alcalde correspondiente, o su equivalente, ante el bloc y el
bolígrafo, o lo que los sustituya hoy, manejados por una mano profesional,
eficaz y honrada en los términos en que el periodismo puede considerarse como
tal.
Solo un periodismo
que pide cuentas al poder, en cualquier forma de soporte inventada o por
inventar, tiene futuro. Esa es, y será siempre, la verdadera épica del
periodismo y de quienes lo practican: pelear por la verdad, la independencia y
la libertad de información pagando el precio del riesgo, en batallas que pueden
perderse, pero que también se pueden ganar. Haciendo posible todavía, siempre,
que un alcalde, un político, un financiero, un poderoso, cuando un periodista
se presente ante ellos con un bloc, un bolígrafo, un micrófono o lo que depare
el futuro, sigan sintiendo el miedo a la verdad y al periodismo que la
defiende.
El papel central de
que gozan los mas media en el momento actual exige una mayor responsabilidad de
sus profesionales pero también es cierto que su protagonismo en la construcción
social no siempre se pondera como es debido. Por el contrario, se puede apreciar
una cierta desconfianza hacia la realidad mediática y hacia sus profesionales,
—«la prensa tiene mala prensa»— en muchas ocasiones injustificada, fruto del
desconocimiento o de la frivolidad a la hora de enjuiciar estos extremos.
Nunca como ahora los medios de comunicación fueron tan influyentes
en las relaciones y en la vida de las personas. Compartimos una sociedad mediatizada,
que se ha venido a llamar «Sociedad de la información y del conocimiento»,
dando así nombre al primer fenómeno que produce de manera acelerada: la
información. Una información que se multiplica y condiciona los modos de
existir, los estilos de conducta, la cultura y la misma vida.
En mi opinión, el único freno que conocen el político, el
financiero o el notable, cuando alcanzan cotas perversas de poder, es el miedo
a la prensa libre.
Miedo, de quienes
deben tenerlo, a perder la influencia, el poder, el dinero, el privilegio, la
reputación, la impunidad. A sufrir las consecuencias de su ambición, sus
mentiras, sus cobardías o sus delitos.
Sin ese miedo, todo
poder se vuelve tiranía. Por muy disfrazada que esté.
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