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La Agenda 2030 y la cultura de la muerte

La Agenda 2030 es uno de los grandes temas que debe preocuparnos. Es una imposición mundial de un proyecto globalista anticristiano ante el cual los cristianos debemos ofrecer resistencia.

Mucho se habla hoy de la Agenda 2030, pero poca gente sabe que es realmente y cuáles son sus verdaderos objetivos…

La Agenda 2030, con este nombre, se conoce desde el año 2015 cuando se presentó oficialmente por las Naciones Unidas. Podríamos decir que viene precedida por el encuentro del Foro Económico Mundial en Davos de 2008 cuando se trataron temas relacionados con la gobernanza global.

El 25 de septiembre del año 2015, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la Agenda 2030 firmada por 193 Estados miembros, apoyada y financiada por más de 30 multinacionales como Dupont, BP, Shell, Volvo, Ford, CNN, Deutsche Bank, Banco Santander, entre otras.

Como todo lo relacionado con la retórica del poder, no podemos quedarnos en el mensaje en sí ya que, si leemos los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) son tan genéricos que nadie podría rechazarlos. ¿Quién está en contra de acabar con la pobreza o el hambre? Lo que se trata aquí es de entender cómo se configura ese complejo entramado de poder para saber quién es quién y quiénes sacarán tajada.

Para entender bien esta promesa, debemos saber qué contiene o qué promete la Agenda 2030. Esta promesa o Agenda tiene 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, separados en un total de 169 metas, a través de 232 medidas, que son la introducción del documento de la Agenda 2030, el cual describe el proyecto como “un plan ambicioso y beneficioso para lograr la prosperidad de toda persona en el planeta”.

Oficialmente dicen que su objetivo principal es velar por la protección de las personas, el planeta y la prosperidad…pero lo hacen según un fuerte control y una ideología muy determinada… La Agenda 2030 de la ONU está hecha para “liberar a la raza humana de la tiranía de la pobreza, y sanear a la Madre Tierra”. Por ello cabe preguntar: ¿Quién está detrás de este plan? Para muchas personas, la ONU es una organización humana que trabaja en favor de la paz, la seguridad internacional, en defensa de la vida humana, la libertad en general, la democracia, contra las guerras y la desigualdad.

La realidad es otra, pues desde su nacimiento hasta la actualidad, la ONU ha sido y es una marioneta en manos del poder mundial, la francmasonería, el movimiento sionista, las familias más ricas y poderosas del mundo, como la Rothschild y la Rockefeller.

La Fundación Bill y Melinda Gates y la Fundación Rockefeller han logrado, a través de sus muchos canales de influencia, que la comunidad científica y médica utilice su modelo de mercado y biomédico para abordar los problemas de salud pública mundial.

Una de sus estrategias ha consistido en situar a personas de su confianza en organizaciones internacionales para así tener una relación privilegiada con las élites científicas, políticas y del sector de los negocios. Por ejemplo, cuando Bill Gates viajó a Berlín para promover la Alianza Gavi (una alianza para la vacunación dirigida a los gobiernos, ONG y compañías, y financiada por Gates y la familia Rockefeller), se reunió con la canciller alemana y los ministros de Asuntos Exteriores, Economía, Desarrollo y Sanidad.

España ha confirmado, hasta el 5 de septiembre, un total de 41.751 notificaciones de acontecimientos adversos tras la administración de 66.835.878 dosis de vacunas frente a la Covid-19. Así lo refleja el 8º Informe de Farmacovigilancia sobre Vacunas Covid-19, publicado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Hasta el 11 de julio, fallecieron en España 254 personas que habían desarrollado efectos secundarios graves tras vacunarse contra la Covid y siete de ellas está certificado que murieron por los trombos asociados a la de AstraZeneca

Por lo que respecta a la vacuna de Pfizer, se han registrado un total de 23.301 notificaciones de acontecimientos adversos, la mayoría de los cuales corresponden a mujeres (77%) y a personas de entre 18 y 65 años (84%) y, de ellas, 4.709 fueron consideradas graves.

El presidente del Comité de Ética de la Investigación del Instituto de Salud Carlos III, Fernando García, considera que la carrera por lograr una vacuna contra la COVID-19 "no justifica atajos éticos" y advierte de que "idealmente" una "buena vacuna" tendría que contemplar ensayos clínicos en personas mayores.

En una entrevista con Efe, este epidemiólogo, que admite que este ha sido el proceso de estudio de vacunas "más rápido de la historia"

Este experto se muestra "preocupado" por las "peleas" entre las compañías farmacéuticas para conseguir el mejor mercado "y situar su producto por delante de los demás y con precios que no son transparentes". "Han visto que es un mercado muy cuantioso y está en la propia naturaleza de las compañías competir y ver quien se lleva la mejor porción", dice. Recuerda que esta es una situación inédita. La vacuna que menos tardó en desarrollarse fue la del ébola "y se necesitaron cinco años, añade

Pero, ¿quién paga ahora los efectos secundarios de las vacunas en la población después de que, como corderitos, hemos aceptado ciegamente lo que nos han puesto, sin más información que la que recibimos a través de los medios de prensa? ¿Quién indemniza a las familias que han perdido seres queridos por culpa de las vacunas? Dado que los estados de la Unión Europea han eximido a los laboratorios de responsabilidades, la cosa no está nada clara. Como siempre, el que va a llevar la peor parte es el más débil.

¿Toca ahora querellarse? ¿Contra quién?

La humanidad está sometida a un Gobierno Mundial Invisible conformado por banqueros, petroleros, financistas, poseedores de inmensas fortunas y propietarios del Banco Privado de la Reserva Federal de Estados Unidos. Es el Gobierno Todopoderoso que impone y ordena a los demás Estados nacionales. El estadista inglés, Benjamín Disraeli que sabía de lo que hablaba sostuvo: “el mundo está gobernado por personajes muy diferentes a los que creen, los que no ven más allá de sus ojos”.

En su libro “Tragedia y Esperanza”, Carrol Quigley escribía: “la red de conspiración que mueve los hilos del mundo, está formada por banqueros y capitalistas internacionales: es decir el alto mundo de las finanzas. Reúnen a su alrededor un ejército de científicos, tecnócratas, políticos y agentes marionetas, para hacer desde las sombras su alta política”.

Los dueños del mundo, jefes del Gobierno Mundial Invisible, en tanto banqueros, financistas, petroleros son, también, dueños de los medios de comunicación que forman los grandes monopolios.

La Agenda 2030 sirve para asentar las bases, los cimientos del nuevo mundo al que nos dirigen conocido en algunas esferas como “Gran Reseteo”. Lo que me llama la atención es que los mismos que no han sabido o querido eliminar los problemas del mundo en las últimas décadas sean ahora los que nos venden que esta ocasión sí que va a ser la definitiva.

Es la oportunidad que siempre han deseado, y el COVID19 no les ha podido venir mejor. Bajo la justificación de que los países de manera independiente no han sabido hacer frente a los retos planteados por esta crisis, se están dando pasos de gigante: fusiones bancarias, limitación de movilidad, control ciudadano, cámaras de reconocimiento facial, lecturas biométricas, códigos de vacunación… Ni Hitler ni Stalin habrían soñado con algo semejante.

La agenda 2030 es un poder construido sobre la cultura de la muerte y del odio al hombre como creación. La promoción del aborto, de la eutanasia, de la ideología de género… solo puede entenderse bajo ese paraguas. Ya sabemos cómo funciona el mal, nunca va de frente. Te vende humo para que caigas (derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo, interrupción voluntaria del embarazo, muerte digna, respeto, igualdad, tolerancia…).

Que no nos engañen, la pérdida de soberanía política y económica es compartida por todos (Vox incluido), la economía de mercado neoliberal, la explotación del hombre por el hombre, el poder de la banca y las compañías internacionales también es compartido por todos (Vox incluido).

No mandan los parlamentos y no mandan los gobiernos. Mandan los mercados y sus representantes supranacionales como el FMI.

Ya estamos siendo controlados como nunca antes, pero lo que vamos a vivir ahora va a ser una “dictadura del algoritmo”, como señala el  doctor peruano Miklos Lukacs. La inteligencia artificial está tan desarrollada que nuestras conductas sociales vendrán determinadas por este tipo de mecanismos. La ley de protección de datos es papel mojado, cruzan y cruzarán aún más nuestros datos a nivel global para saber todo sobre nosotros.

El coronel Pedro Baños ha escrito un libro muy recomendable. La guerra de los amos del mundo contra la población es total. Es psicológica, económica y física. Lo peor, para mí, es la primera. No hay nada peor que actuar como un autómata sin darse cuenta. Las penurias económicas o físicas son soportables, pero la libertad mental y espiritual es fundamental para que su poder se base exclusivamente en la represión.

Mientras la vida física de un tercio de la población mundial se encuentra amenazada por el hambre, el sistema capitalista y los grandes estados siguen buscando su seguridad en el armamento y de esa forma legitiman la violencia militar, pensando que es necesaria para garantizar la paz del mundo.

Los cambios fronterizos los deciden ellos, y también quienes se deben beneficiar con la reconstrucción de los países destruidos por las guerras. Mientras tanto los poderosos hablan de amor, de milagros, de reconciliación y de paz…

Desde 1954, los socios del Club Bildelberg representan a la elite de todas las naciones occidentales: financieros, presidentes, primeros ministros, representantes del banco mundial. Un gobierno a la sombra que se reúne en secreto para debatir y alcanzar un consenso sobre la estrategia global.

El Dios de Jesús no es sólo defensor y activista de los Derechos Humanos, sino la encarnación “divina” de esos derechos, oponiéndose a un tipo de mundo actual que miente, engaña y mata, diciendo que defiende los Derechos Humanos, mientras que los utiliza al servicio de su Dinero divinizado.

Los Epulones multiplican sus beneficios mientras los pobres multiplican su número. Más de 1500 millones de seres humanos tienen que vivir cada día con menos de un euro, mientras los futbolistas mejor pagados del mundo ganan al año millones de dólares. Lo peor de esta descarnada coexistencia de Lazaros y Epulones es el descaro con que toleramos y contemplamos tanta injusticia, y también nuestro silencio.

Ni las iglesias ni los cristianos tenemos en nuestras manos la solución. Sin embargo somos portadores de una “conciencia excedente”, nacida de nuestra confianza en que las posibilidades inéditas y sorprendentes de Dios son viables en la historia.

Desde la perspectiva de los pobres la fe descubre la presencia de Dios al lado de los sacrificados y se niega a aceptar que la lógica que los excluye tiene la razón.

La humanidad clama por un nuevo orden mundial que no parece posible. Sin embargo sabemos cómo eliminar el hambre, sabemos cómo crear empleo, sabemos también como redistribuir la renta. Cada día son más necesarios los estilos de vida austera y solidaria.

La justicia, el amor y la paz son las grandes realidades que nos ofrece el Reino de Dios. ¿Quién se dedica a buscar la justicia sin desfallecer? ¿Quién  se apunta a construir un mundo más humano, más fraterno, donde todo dolor y sufrimiento sea compartido, donde cada uno sienta como propias las dolencias del prójimo? 

 No debemos olvidar que Jesús, nuestro Maestro, inició un  mensaje y camino de liberación al servicio de unos marginados que eran como los actuales: prostitutas, compradas y vendidas por comercio sexual; publicanos, manipulados por cuestión económica; niños sin familia, extranjeros rechazados por los judíos… Entre todos ellos se mantuvo, por ellos ofreció su Palabra. El  Evangelio no ratifica la distinción entre judíos y gentiles, sino que se abre, desde los pobres a todos los hombres y mujeres, por eso provoca escándalo.

La solidaridad cristiana no puede ser nunca la solidaridad de un espectador pasivo que contempla desde lo alto o desde lejos lo que aparentemente sucede desde una distancia que no le compromete.

Nuestra tarea es continuar la obra de Jesús. Decirles a los marginados de nuestro mundo que son  valiosos porque son amados por Dios. Y no sólo decirlo, sino demostrárselo a través de un amor y una entrega que se traduzca en gestos concretos de solidaridad que ayuden a las personas a vivir con mayor dignidad.

Señor solo hay uno. Nunca un poder terrenal puede estar por encima. Estamos viendo cómo hay personas que se están erigiendo como señores del planeta sin respetar a nada ni a nadie. Cuando un gobierno se convierte en tirano, la resistencia es legítima.

Comentarios

  1. Tudo o que li é o que penso ser verdade .náo vejo grande saida para que o mundo possa entender que estamos a um passo de sermos ultrapassados pela inteligencia artificial ,somos umas marionetas nas máos desses gigantes que nos exploram e devastam todos os nossos sentidos precisamos de abrir os nossos horizontes e manifestar dizendo basta já .....

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