Seguidores

Mar Menor: historia de un colapso ambiental que pudo haberse evitado



¿Por qué no se ha actuado antes? ¿Dónde estaban el Gobierno regional y el Estado? Son preguntas que los ciudadanos de los municipios que baña el mar Menor se plantean desde que la laguna salada lanzó el primer grito pidiendo auxilio hace ya cinco años, en 2016, cuando su legendaria transparencia se transformó en un líquido verde. A partir de ese momento, no ha habido tregua y las crisis se han sucedido: en 2019, se retiraron tres toneladas de peces asfixiados en las playas

La mayoría de las regiones de los océanos del mundo están sufriendo pérdida de hábitat. Pero las zonas costeras, debido a su cercanía a los centros de población humana, padecen este mal de forma desproporcionada, sobre todo debido a las presiones ejercidas por el hombre. La pérdida de hábitat aquí afecta de manera trascendental a la biodiversidad de todo el océano. Estas zonas fundamentales, entre las que se encuentran los estuarios, los pantanos y las marismas, ejercen de terrenos para la reproducción o de «semilleros» para casi todas las especies marinas.

El Mar Menor es una de las mayores lagunas litorales del Mediterráneo y ocupa unas 13 500 hectáreas de la costa de la Región de Murcia. Hasta hace apenas un lustro se caracterizaba por unas aguas hipersalinas y cristalinas que le diferenciaban de otras muchas lagunas litorales europeas de aguas turbias y salobres. Esa transparencia era fruto de unas aguas oligotróficas (escasez de nutrientes) y permitía la existencia de una laguna controlada por el fitobentos (las comunidades de plantas ancladas en el sedimento lagunar) al llegar la luz al fondo sin problemas.

Según Miguel Ángel Esteve Selma, catedrático de Ecología, Departamento de Ecología e Hidrología, Universidad de Murcia, la presente crisis tiene sus orígenes en la puesta en regadío de la mayor parte del campo de Cartagena tras el Trasvase Tajo Segura, a principios de los 80. En sucesivos periodos y con distinto grado de legalidad se incrementaron los regadíos hasta acercarse a las 60 000 hectáreas. Cada hectárea lagunar sufre la influencia de 4 hectáreas de regadíos intensivos, ese es el ratio.

Los abonos (nitratos y fosfatos) se vierten en las parcelas de cultivo, pero una parte termina por distintas vías en la laguna y eutrofiza sus aguas (produce una sobreabundancia de nutrientes). Se estima que del total de nutrientes que llegan al Mar Menor, el 85 % tiene su origen en la agricultura industrial.

En condiciones anóxicas, los sulfatos asociados a la materia orgánica son utilizados por las bacterias del azufre como fuente de oxígeno liberando sulfuros, un tóxico de efectos mortales para la fauna acuática. Estas aguas anóxicas y tóxicas (repletas de sulfuros), que estaban en el fondo de la laguna, emergieron en superficie tras unos vientos fuertes y constantes y sorprendieron a la fauna que se había refugiado en esas aguas superficiales. Las imágenes de los peces saltando a la orilla de la laguna para morir se difundieron por todo el mundo. Un suicidio inducido vivido en directo.

“La joya de la Corona de los espacios naturales de la Región de Murcia, transformada en un ecosistema agonizante al que se le acaban las posibilidades de futuro con cada día que pasa sin ponerle solución”, en palabras de Pedro Luengo, portavoz de Ecologistas en Acción de la Región de Murcia.

Ecologistas en Acción denuncia que tras la decisión de transformar el Campo de Cartagena en la “huerta de Europa”, pasando del secano de bajo impacto al regadío superintensivo, la entrada de nitratos, fosfatos y sedimentos de origen agrícola está matando aceleradamente este espacio natural.

Ecologistas en Acción denunció ayer que el Mar Menor es una «sopa verde» después de que la tripulación de su velero Diosa Maat recorriese la laguna salada para comprobar el estado de turbidez de sus aguas.

Los vídeos confirman que la visibilidad es «prácticamente nula», según Ecologistas en Acción, que lamentó que los fondos están «visiblemente eutrofizados, sin apenas presencia de las praderas subacuáticas de macroalgas y plantas que antes funcionaban como un filtro natural que retenía gran parte de los nutrientes disueltos en agua».

La comisión de Peticiones del Parlamento Europeo ha aprobado este jueves el envío de dos misiones de investigación a España a lo largo de 2022, la primera a Murcia para examinar el deterioro del Mar Menor en Murcia y la segunda a Baleares para analizar los abusos sexuales a menores tuteladas del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales.

"Esta mañana veíamos en los medios nuevos informes alarmantes sobre el estado de la laguna y era hora de que el Parlamento Europeo hiciera algo", ha subrayado la eurodiputada de IU Sira Rego, quien también ha criticado a Ciudadanos y Vox por no haber apoyado tampoco esta vez la misión "por meros intereses partidistas".

Sánchez Serna señaló el pasado mes de abril a los gobiernos regionales del PP «que eliminaron todo tipo de regulaciones ambientales y que consintieron la contaminación extrema de la laguna». Unos gobiernos del PP donde, tal y como recordó el diputado morado, «estaba de consejera Lourdes Méndez, ahora en la bancada de Vox».

Frente a las «propuestas acientíficas» de Vox, Sánchez Serna apostó por buscar la solución «abordando de una vez el problema en su origen», en lugar de «poner parches como se hizo con la Ley de Protección Integral del Mar Menor». Esta ley, que contó con el apoyo de PSOE, PP y Ciudadanos, permite continuar con los vertidos contaminantes y «solo ha servido para blanquear las prácticas contaminantes de la agroindustria, ahora bajo el eufemismo de agricultura sostenible de precisión».

Con la vida humana ha crecido el poder y la violencia mutua, el egoísmo de utilizar para nuestro capricho los dones de la tierra, hasta llegar a destruirlos, a través de la bomba que llamamos ecológica.

No podemos secar todas las aguas de los mares, pero podemos envenenarlos, con residuos tóxicos de todo tipo, de manera que al fin será imposible la vida en el planeta...El Dios bíblico quiere la vida de los hombres. Pero, si nos empeñamos, por egoísmo y violencia, podemos destruir la vida del planeta,  como había dicho ya de forma simbólica el libro del Apocalipsis, como está repitiendo el Papa Francisco desde Laudato si (2015).

Comentarios

Entradas populares