EL LUGAR DE LA MUJER EN LA IGLESIA: UN COLECTIVO CATÓLICO Y FEMINISTA PIDE UNA COMISIÓN.
“Queremos ver que se
abra un espacio de indagación y propuestas”, explican los integrantes de
“¡Todos los Apóstoles!”
“Dada la reputación de apertura del Papa Francisco, un Papa
que acaba de reafirmar, el 16 de julio de 2021, la preeminencia del Misal
Romano, al cancelar el motu proprio promulgado por Benedicto XVI [que autorizó
en gran medida la celebración de la "Misa Latina"], a riesgo de trastornar
las corrientes tradicionalistas. Pero
sobre las mujeres, Roma no actúa en serio. Si la decisión de dar acceso a
laicos (mujeres y hombres) a las funciones de lector y acólito y el
nombramiento de una monja con derecho a voto en los sínodos atestigua un deseo
de apertura, sigue siendo tímida. De hecho, la lectura en misa se ha realizado
durante mucho tiempo sin un título de respaldo y otorgar el derecho de voto a 1
mujer cuando lo tienen 5.000 obispos varones no tendrá ningún impacto en el
progreso de la Iglesia.” Comenta Anne Soupa
Entregando este jueves una carta en la Conferencia Episcopal
de Francia, el colectivo feminista "¡Todos los apóstoles!" Solicitan
oficialmente la creación de una comisión independiente con el objetivo para
establecer un "diagnóstico compartido" sobrio el lugar de la mujer en
la Iglesia y las formas de mejorarlo.
Para mejorar la situación de las mujeres en la Iglesia
Católica, el colectivo feminista "¡Todas las apóstoles!" pidió el
jueves la creación de una comisión independiente, en una carta entregada en la
Conferencia de Obispos de Francia. “Queremos
ver que se abra un espacio de investigación y propuestas”, explican los
integrantes de “¡Todos los Apóstoles!”, Quienes en su carta subrayan las
diferencias en el acceso a puestos de responsabilidad y las desigualdades
salariales.
Este colectivo está compuesto notablemente por siete mujeres
que han presentado sus candidatos el año pasado para acceder a puestos que
están prohibidos en la tradición católica Romana. Este es el caso de Sylvaine Landrivon, de 65 años, que aspiraba a
convertirse en obispo.
"La Iglesia
católica, sin mujeres cae", afirma, pidiendo la creación de una comisión
independiente para "hacer balance" de la situación de las mujeres
dentro de la Iglesia. Esta doctora en teología denuncia una "especie de
omerta" e insiste en la necesidad de dar voz a las mujeres para romper el
silencio.
El mismo argumento
para Loan Rocher, una mujer transgénero que solicitó ser ordenada diácono.
"¿Y si escucháramos a las mujeres?", Suplica, resumiendo su lucha en
tres palabras: "Igualdad, paridad, equidad". El objetivo de la
comisión solicitada por "¡Todos los apóstoles!" es “documentar una
realidad” que hoy escapa al conocimiento de la Iglesia para poder plantear un
“diagnóstico compartido”, según el comunicado de la asociación.
El proyecto quiere
inspirarse en Ciase, la comisión independiente que investiga las agresiones
sexuales en menores en la Iglesia. Un organismo que lanzó una convocatoria
de testimonios en junio de 2019 y que debe hacer público su informa en la final
de septiembre. El miércoles por la noche, el colectivo organizó una velada de
oración interreligiosa por "la igualdad de las mujeres y las personas
discriminadas" dentro de las diferentes religiones, en la iglesia de
Nuestra Señora de la Esperanza, en París.
Avances demasiado
tímidos y medidas que sirven de coartada.
Aún más asombroso, en
octubre de 2020, el mismo Papa pide que recemos para que “en virtud del
bautismo, los fieles laicos, en particular las mujeres, participen más en las
instancias de responsabilidad de la Iglesia”. Si es correcto afirmar que la
opinión católica e incluso los miembros de la institución ahora están al tanto
del tema, se podría pensar que se tomarán decisiones. Sin embargo, este no es
el caso, la institución lo respalda.
Cabe recordar que una
prohibición pende sobre este silencio: discutir la ordenación de mujeres,
decretada por Juan Pablo II en 1998 (“Ad tuendam fidem”). El camino a la
ordenación ha sido bloqueado varias veces por el Papa Francisco, que favorece
asumir la responsabilidad del bautismo. Pero estos avanzan a la velocidad de un
caracol... Y Roma persiste en considerar que "la mujer" tiene
"una vocación" (mientras que no atribuye ninguna a los hombres), la
de ser esposa y madre. Ya que tiene "la mejor parte”, no tiene nada mejor
que desear...
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