LA GEOPOLÍTICA JUEGA CON MIGRANTES Y MENORES EN CEUTA COMO "MONEDA DE CAMBIO"

 

La geopolítica juega con migrantes y menores en Ceuta como “moneda de cambio"

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Durante el lunes 17 de mayo y, durante dos días, vimos como la policía marroquí permitió, e incluso animó, a 8.000 personas, 2.000 de ellos menores, a cruzar la frontera para entrar en Ceuta sin oposición alguna. Al otro lado, esperaba la policía española, más tarde fortalecida con tanques del ejército, para devolverles “en caliente” de vuelta a Marruecos.

La crisis ha ocurrido en medio de un complejo problema geopolítico en el que, literalmente, se ha jugado con las personas migrantes como elemento de “chantaje”.

La tensión internacional ante el reconocimiento de EEUU de la soberanía marroquí del Sahara Occidental, el proceso de externalización de fronteras de la Unión Europea, la campaña mediática contra la dignidad de los menores y la crisis del COVID-19 se entrelazan en un complejo proceso geopolítico que ha concluido esta semana con 8.000 personas siendo utilizadas como “moneda de cambio”.

En medio del ruido, se han alzado voces que dicen que los menores extranjeros están invadiendo España. Esto es tan absurdo, que parece una broma cruel y surrealista.

De la relación de hechos que exponemos al final de este artículo, concluimos:

- Que el número de personas migrantes en España, según el INE, es menor hoy que el que había hace 10 años por lo que no tiene sentido alguno hablar de “invasión”.

- Que es evidente que las personas migrantes y los menores han sido utilizados como “moneda de cambio” por parte del gobierno marroquí y que, a pesar de su utilización, se han comportado durante la crisis con una actitud pacífica. No hay razón para la invitación irresponsable al “miedo” por parte de algunos actores políticos.

- Que el gobierno español ha actuado de forma torpe al haber dado entrada en nuestro país a una persona, perseguida por la justicia española y por la justicia marroquí, con documentación falsa, y sin informar al gobierno de Marruecos. No hay razón para que una atención humanitaria se produzca de forma oculta y con falsedades.

- Que, tal y como defiende la Unión Europea y el gobierno español, el estatuto del Sáhara Occidental debe negociarse en un proceso liderado por las Naciones Unidas

- Que, tanto las fuerzas de seguridad, como la población migrante, han actuado con una actitud pacífica y ejemplar, no habiendo razón alguna para culpabilizar de la crisis a ninguno de los grupos.

- Que, al margen de las circunstancias excepcionales en las que estas personas hayan entrado, se debe garantizar la estricta observancia de sus derechos, especialmente los de las personas menores y solicitantes de asilo.

- Que se hace imprescindible desplegar un equipo de traductores y de abogados que puedan estudiar caso a caso las posibles solicitudes de asilo entre la población que ha entrado en Ceuta.

- Que cualquier devolución en caliente de cualquier persona menor de edad o solicitante de asilo vulnera la legislación internacional y los derechos humanos.

- Que las pruebas de determinación de la edad, utilizando los métodos de “edad ósea” o “edad dental”, no deben utilizarse nunca de forma que restrinja los derechos de la persona, por no ser concluyentes.

- Que la “contratación económica” de países soberanos, para “externalizar” el control de fronteras de la Unión Europea, debe terminarse, ya que estará siempre sometida a un chantaje permanente.

- Que la Ayuda Oficial al Desarrollo del gobierno de España y de la Unión Europea debe ir destinada a la lucha contra la pobreza. Las partidas presupuestarias de control migratorio no deberían contar, en ningún caso, como Ayuda Oficial al Desarrollo.

- Que cualquier criminalización contra los menores, que son “víctimas” y muchas veces “héroes”, debe ser contrarrestada con toda determinación ante la justicia.

- Que se hace urgente la firma de un acuerdo entre Marruecos y la Unión Europea que habilite vías legales, ordenadas y seguras de migración.